Maestro y Sociedad e-ISSN 1815-4867
Volumen 22 Número 4 Año 2025
Artículo original
Percepción de inseguridad ciudadana en estudiantes universitarios de Latinoamérica y el Caribe. Una revisión documental
Perceptions of citizen insecurity among university students in Latin America and the Caribbean: A documentary review
Percepção da insegurança cívica entre estudantes universitários na América Latina e no Caribe: uma revisão documental
MSc. Janet Patricia Vásquez González *, https://orcid.org/0000-0002-3365-628X
PhD. Edwin Martín García Ramírez, https://orcid.org/0000-0002-3483-1158
Universidad César Vallejo, Perú
*Autor para correspondencia. email jvasquezgo12@ucvvirtual.edu.pe
Para citar este artículo: Vásquez González, J. P. y García Ramírez, E. M. (2025). Percepción de inseguridad ciudadana en estudiantes universitarios de Latinoamérica y el Caribe. Una revisión documental. Maestro y Sociedad, 22(4), 3312-3321. https://maestroysociedad.uo.edu.cu
RESUMEN
Introducción: La percepción de inseguridad ciudadana en Latinoamérica y el Caribe impacta significativamente el bienestar emocional y el rendimiento académico de los estudiantes universitarios, generando temor, ansiedad, estrés e incluso síntomas de trastorno de estrés postraumático. Datos de Latinobarómetro (2024) revelan una alta insatisfacción con el funcionamiento democrático y una desconfianza generalizada en las instituciones estatales, incluyendo las fuerzas armadas y la policía. Esta problemática, exacerbada por la violencia de grupos delincuenciales y el narcotráfico, limita la movilidad y la integración social de los jóvenes. Materiales y métodos: Se realizó una revisión sistemática documental con enfoque descriptivo y comparativo, utilizando el método histórico-lógico y la matriz PRISMA para la sistematización. La búsqueda se centró en publicaciones científicas sobre violencia, delincuencia organizada y su impacto psicosocial en universitarios de la región, empleando el gestor Mendeley para la organización de las fuentes. Resultados: Los hallazgos evidencian altos niveles de victimización y una percepción de inseguridad tanto objetiva (experiencias reales de delitos) como subjetiva (sensación de pánico e indefensión). Estudios como Latinobarómetro (2016) reportan que el 30% de los habitantes sufrió algún hecho violento, con porcentajes superiores al 40% en países como Venezuela, México, Argentina y República Dominicana. La violencia psicológica en universitarios resulta más significativa que la física, afectando las dinámicas relacionales. Discusión: El narcotráfico y la delincuencia organizada tienen un impacto profundo en la región, influyendo en las acciones políticas y sociales. Factores como la pobreza, la desigualdad y la desconfianza institucional exacerban la sensación de inseguridad. Estrategias de autoprotección como el "cocooning" (aislamiento) son comunes, limitando la interacción social. Conclusiones: Se concluye que es imperativo fomentar una cultura de seguridad al interior de las universidades, fortalecer los departamentos de bienestar estudiantil, capacitar al personal de seguridad y promover la colaboración entre autoridades universitarias y la comunidad. Las instituciones de educación superior deben asumir un rol activo en la creación de entornos seguros y equitativos que garanticen el desarrollo integral de los estudiantes y el pleno goce de sus derechos humanos.
Palabras clave: Inseguridad, percepción, violencia social, criminalidad, estudiantes universitarios.
Abstract
Introduction: The perception of citizen insecurity in Latin America and the Caribbean significantly impacts the emotional well-being and academic performance of university students, generating fear, anxiety, stress, and even symptoms of post-traumatic stress disorder. Data from Latinobarometer (2024) reveal high levels of dissatisfaction with democratic functioning and widespread distrust in state institutions, including the armed forces and the police. This problem, exacerbated by violence from criminal groups and drug trafficking, limits the social mobility and integration of young people. Materials and methods: A systematic documentary review was conducted with a descriptive and comparative approach, using the historical-logical method and the PRISMA matrix for systematization. The search focused on scientific publications about violence, organized crime, and their psychosocial impact on university students in the region, using the Mendeley database management system to organize the sources. Results: The findings reveal high levels of victimization and a perception of insecurity that is both objective (actual experiences of crime) and subjective (feelings of panic and helplessness). Studies such as Latinobarómetro (2016) report that 30% of the population has suffered some form of violence, with percentages exceeding 40% in countries like Venezuela, Mexico, Argentina, and the Dominican Republic. Psychological violence among university students is more significant than physical violence, affecting interpersonal relationships. Discussion: Drug trafficking and organized crime have a profound impact on the region, influencing political and social actions. Factors such as poverty, inequality, and institutional distrust exacerbate the feeling of insecurity. Self-protection strategies such as cocooning (isolation) are common, limiting social interaction. Conclusions: It is concluded that it is imperative to foster a culture of security within universities, strengthen student welfare departments, train security personnel, and promote collaboration between university authorities and the community. Higher education institutions must assume an active role in creating safe and equitable environments that guarantee the holistic development of students and the full enjoyment of their human rights.
Keywords: Insecurity, perception, social violence, crime, university students.
Resumo
Introdução: A percepção de insegurança cidadã na América Latina e no Caribe impacta significativamente o bem-estar emocional e o desempenho acadêmico de estudantes universitários, gerando medo, ansiedade, estresse e até mesmo sintomas de transtorno de estresse pós-traumático. Dados do Latinobarômetro (2024) revelam altos níveis de insatisfação com o funcionamento democrático e desconfiança generalizada nas instituições estatais, incluindo as forças armadas e a polícia. Esse problema, exacerbado pela violência de grupos criminosos e pelo narcotráfico, limita a mobilidade social e a integração dos jovens. Materiais e métodos: Foi realizada uma revisão documental sistemática com abordagem descritiva e comparativa, utilizando o método histórico-lógico e a matriz PRISMA para sistematização. A busca concentrou-se em publicações científicas sobre violência, crime organizado e seu impacto psicossocial em estudantes universitários da região, utilizando o sistema de gerenciamento de banco de dados Mendeley para organizar as fontes. Resultados: Os resultados revelam altos níveis de vitimização e uma percepção de insegurança tanto objetiva (experiências reais de crimes) quanto subjetiva (sentimentos de pânico e impotência). Estudos como o Latinobarómetro (2016) relatam que 30% da população sofreu alguma forma de violência, com percentuais superiores a 40% em países como Venezuela, México, Argentina e República Dominicana. A violência psicológica entre estudantes universitários é mais significativa do que a violência física, afetando as relações interpessoais. Discussão: O tráfico de drogas e o crime organizado têm um impacto profundo na região, influenciando as ações políticas e sociais. Fatores como pobreza, desigualdade e desconfiança institucional exacerbam o sentimento de insegurança. Estratégias de autoproteção, como o isolamento, são comuns, limitando a interação social. Conclusões: Conclui-se que é imprescindível fomentar uma cultura de segurança nas universidades, fortalecer os departamentos de assistência estudantil, capacitar o pessoal de segurança e promover a colaboração entre as autoridades universitárias e a comunidade. As instituições de ensino superior devem assumir um papel ativo na criação de ambientes seguros e equitativos que garantam o desenvolvimento integral dos estudantes e o pleno gozo de seus direitos humanos.
Palavras-chave: Insegurança, percepção, violência social, crime, estudantes universitários.
Recibido: 21/7/2025 Aprobado: 4/9/2025
Introducción
La percepción de inseguridad incide significativamente en la vida de los estudiantes universitarios puesto que se evidencia primero una afectación a la salud y al bienestar emocional de los jóvenes, esta inseguridad les genera temor, ansiedad, estrés, depresión y en ciertos casos sintomatología de un trastorno de estrés postraumático que incide en su calidad de vida. Se generan de igual forma la reexperimentación de ciertos procesos dolorosos ya que al escuchar información de delitos cometidos, percibes otra vez estos sentimientos intrusivos. Igual la sintomatología que se experimenta en el síndrome de estrés postraumático de los individuos ante la violencia produce que vivas en permanente hipervigilancia, esto quiere indicar un estado constante de alerta, desconfiando de todo y de todos.
La inseguridad ciudadana en países de América latina y caribeños ha tenido un aumento de manera alarmante en la última década, datos tomados del informe Latinobarómetro (2024) que es una organización internacional con sede en Chile, quienes realizaron una encuesta anual donde se detectaba la opinión ciudadana a más de veinte mil individuos provenientes de varias naciones de centro y sur América, donde se exploraron datos vinculados a los criterios de concepto de democracia y desarrollo social, aplicando indicadores como actitudes ciudadanas, valores sociales y seguridad, estas entrevistas arrojaron resultados contundentes en especial la sensación de percepción de inseguridad que los ciudadanos indican, por ejemplo el 52% aprueba la democracia instaurada en muchos países de Latinoamérica, sin embargo a otra pregunta el 65% declaraba estar insatisfecho con el funcionamiento de la democracia en ciertos países, una población del 25% se muestra indiferente y no confía con respecto al tipo de régimen, lo que se convierte en una amenaza a la democracia porque esta desconfianza se puede convertir en un riesgo a generar estados con gobiernos dictatoriales, populistas o autoritarios.
De igual manera el informe destacaba la poca confianza que generan las instituciones del estado que asumen la responsabilidad de garantizar los derechos de los ciudadanos y que deben procurar el bienestar de la sociedad, sin embargo las cifras reflejaban que la población de estos países no confía en las Fuerzas Armadas, el 41 % duda de la efectividad de la fuerza policial, el 37 % no confía en el poder ejecutivo, el 17 % no confía en las promesas y acciones de los partidos políticos, el 24 % no confía en el poder legislativo y el 28 % no confía en el poder judicial. Estas cifras demuestran que la sociedad va asumiendo un estado de indefensión y de vulnerabilidad ante situaciones que rebasan sus fortalezas y capacidades.
Este mismo estudio indicaba que existe un Optimismo histórico sobre la economía personal y familiar (52 %, 5 puntos más respecto al año 2023), el más alto desde 1995. La percepción de desempleo como un problema social ha bajado al 8 %, empero se observa una ligera confianza en el logro económico de estas naciones latinoamericanas, puesto que en el año 2008 esta percepción se ubicaba en el 22 %. (Informe Latinobarómetro, 2024). Los datos indican la necesidad de la población de encontrar un punto de equilibrio entre sus demandas y sus limitaciones, quieren confiar en sus representantes, pero la realidad es opuesta.
El informe muestra una mediana recuperación del apoyo democrático en toda la región, pese a la desconfianza en las instituciones y tensiones entre lo personal y lo colectivo. Por ejemplo, Uruguay destaca por su fortaleza democrática, elevado bienestar y compromiso ambiental. Pese a esto las cifras sobre percepción de inseguridad que se evidencia en la población latinoamericana y del Caribe es debido al aumento de asesinatos, extorsiones, secuestros y delitos varios, que incrementan aquella sensación de miedo y temor generalizado. El informe Latinobarómetro (2024), demostró con datos que en esta zona de Latinoamérica existía un promedio de 30% de familias que habían sufrido algún tipo de delito en el año anterior a la consulta efectuada. Los resultados obtenidos indicaban por ejemplo como en Guatemala los delitos contra las familias superaban el 50%; en México y El Salvador las cifras eran muy similares.
Países como Argentina, Bolivia, Costa Rica y Chile coincidían en un promedio superior al 30 %. Menos porcentaje tenían naciones como Panamá y Uruguay con datos superiores al 20 %, esto quiere decir menos sensación de victimización, lo que en general refiere que una de cada cuatro o cinco familias son violentadas en Latinoamérica. (Londoño y Guerrero, 2000). En República Dominicana por ejemplo por datos logrados en la encuesta ENHOGAR 2016, se evidenció una percepción de inseguridad muy alta, el 33.2 % sentía temor de convertirse en víctima de un delito y a nivel de todo el país el 69 % de los ciudadanos de República Dominicana reflejaban mucho temor a convertirse en víctimas. Pese a ello el desafío que este país tiene es de integrar a sus ciudadanos en estructurar políticas que logren restablecer la confianza en sus autoridades y fortalecer la seguridad ciudadana.
En Ecuador según las cifras generadas en la información proporcionada por Gallup en relación a la Ley y Orden Global, del 2024, el 95 % de sus ciudadanos afectados por la violencia de grupos de delincuencia organizada no se atreven a denunciar las extorsiones que sufren, los secuestros y robos que les afectan a diario, refiriendo que apenas un 27 % de su población indica seguridad al caminar por sus calles, además los estudiantes universitarios sienten temor al trasladarse de su casa a sus centros de estudio o viceversa, limitando su movilidad y alterando de cierta manera sus hábitos, reduciendo una integración social y otro tipo de actividades extracurriculares.
Por esto es necesario abordar desde varios enfoques la percepción de inseguridad, sobre todo en la población joven, ante todo realizar un diagnóstico continuo y vinculado al contexto de cada país que nos permita identificar los riesgos de cada entorno, en especial los escenarios internos de los campus universitarios aplicando medidas de seguridad que impliquen sistemas de videovigilancias, mejoras en la infraestructura, iluminación adecuada, ingresos de personal y estudiantes monitoreados y guardias debidamente entrenados en seguridad, proteger los entornos circundantes a los claustros universitarios donde no deben existir centros de diversión, zonas sin iluminación y sin vigilancia.
Es vital a su vez la coordinación institucional para que las universidades permitan el ingreso de la fuerza pública a sus instalaciones para un mejor resguardo, asimismo establecer una campaña que involucre a los estudiantes, fortaleciendo en ellos su corresponsabilidad y participación activa en todas las acciones que propendan a generar soluciones en materia de seguridad dentro del campus y en sus perímetros externos. Asimismo, se debe implementar servicios de apoyo psicológico a estudiantes que han sido víctimas de diversos delitos para mitigar de cierta forma afectaciones a su salud mental. Finalmente considerar que esta problemática exige desde la revisión documental determinar los diversos factores y causas que propician y exacerban todas aquellas situaciones de violencia para establecer estrategias, técnicas y programas que garanticen la paz y el bienestar de los individuos y naturalmente de los universitarios en sus entornos cotidianos.
En otros casos los estudiantes se sienten tan atemorizados, que esa preocupación por la inseguridad afecta su rendimiento académico y concentración en sus estudios, algunos incluso prefieren desertar de la carrera universitaria, precautelando de esta forma su integridad física y emocional. Esta deserción se genera por la desconfianza en instituciones estatales y las mismas autoridades que deben garantizar su bienestar integral, especialmente por no confiar en la justicia que se encuentra polarizada y corrupta.
La inseguridad ciudadana es una seria amenaza para todas las poblaciones en el mundo y un grave desafío que tienen sus mandatarios (Leyva y Ramírez, 2021) en especial porque las poblaciones enfrentan riesgos de victimización ante la violencia criminal que padecen. Los estudiantes universitarios ante este espectro de criminalidad y amenazas constantes hacia su vida, que altera su seguridad, bienestar y paz, optan por abandonar sus estudios, migrar o asumir actitudes de connivencia, esto indica la tolerancia, complicidad o acuerdo tácito entre dos o más personas para permitir o encubrir una conducta ilícita o inapropiada en la comisión de un delito, afectando aún más la desigualdad social.
Las cifras altas que estos estudios nos muestran traen una mayor percepción de inseguridad, la sensación de que el Estado no brinda la protección adecuada ante el crimen y la violencia social, como refería el análisis de la IIDH (2011, p.21) en referencia a la seguridad ciudadana destacando la responsabilidad que tienen los poderes del Estado en la seguridad y bienestar de sus habitantes, haciendo énfasis que la seguridad de los ciudadanos es una dimensión de la seguridad humana.
Materiales y métodos
La metodología a aplicar en este estudio resulta de fuentes documentales, que tiene como base el método histórico-lógico, tomando como criterios de inclusión estudios relacionados a los impactos que genera la violencia criminal y la delincuencia organizada a nivel de escenarios latinoamericanos, se aplicó gestor Mendeley para llevar una secuencia lógica de los artículos que se consultaron. El enfoque aplicado en el análisis documental parte de fuentes primarias donde destacan los niveles de inseguridad ciudadana en Latinoamérica y países del Caribe.
En este trabajo se realiza una investigación de la literatura en relación al tema percepción de inseguridad ciudadana, tomando varias publicaciones científicas relacionadas al tema de violencia, delincuencia organizada, estudiantes universitarios, bienestar social, desarrollo académico y perspectivas sociales. Como criterio de inclusión se consideró publicaciones que referían a estudiantes universitarios expuestos a violencia en universidades y su entorno social, en especial violencia y delitos generados por los grupos de delincuencia organizada.
Para este estudio se ha planteado como objetivo general: Sistematizar el conocimiento actual sobre la inseguridad ciudadana, sus dimensiones, instrumentos de medición y hallazgos clave sobre el impacto psicosocial en jóvenes universitarios como resultado de una delincuencia organizada, en países de Latinoamérica y el Caribe. Planteando estos objetivos específicos: 1- Analizar percepción de inseguridad en jóvenes universitarios ante eventos provocados por la delincuencia organizada, 2- Observar las estrategias aplicadas en países latinoamericanos y del Caribe para contrarrestar esta percepción de inseguridad.
Este estudio está enfocado en un solo grupo de referencia, se aplica una metodología descriptiva, comparativa con enfoque en la causalidad, considerando que es una revisión sistemática y documental aplicada en la investigación científica, es sistemática porque permite de manera rigurosa y estructurada identificar, evaluar y sintetizar los datos concernientes que responden a la pregunta de investigación, y que se enfoca en estudios primarios focalizados en investigaciones originales, sistemáticas y exhaustivas, que responden a preguntas específicas, a su vez es también una revisión documental ya que permite recopilar y analizar datos logrados de estudios previos, artículos y libros, con los cuales se logra tener una visión más holística del tema de estudio, y así poder identificar patrones similares de respuestas ante la problemática identificada.
Mediante este análisis se evidenciarán estudios que refieren factores que inciden en una problemática común como la inseguridad y el temor generalizado en los ciudadanos y en especial los jóvenes universitarios, vinculados en algunos casos con la pobreza extrema, las inequidades sociales y económicas, escasa atención a las necesidades básicas de las poblaciones, factores culturales y educativos, normalización de la violencia y la corrupción, falta de confianza y credibilidad en las gestiones públicas debido a la ineficacia de los Estados, Valencia et al. (2023) indican que estos factores generan una inseguridad objetiva que se representa en las verdaderas experiencias provocadas por la violencia y criminalidad y una inseguridad subjetiva que se evidencia en sensaciones y percepciones de temor y pánico ante una vulnerabilidad social.
Los datos que se recopilan en este análisis documental se sistematizaron, ver tabla (1), estructurada de acuerdo al método PRISMA denotando autores y elementos que integran la fundamentación teórica, análisis de la sensación de inseguridad, bienestar emocional en jóvenes, y perspectivas sociales en universitarios latinoamericanos y del Caribe.
Tabla 1. Investigaciones seleccionadas y agrupadas a partir de la fundamentación teórica
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Autores |
Fundamentación teórica |
Impactos Emocionales |
Perspectivas Sociales |
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Global Law and order de Gallup, 2024 |
Percepción de Inseguridad. |
Mínima seguridad. No se sienten bien. Desconfianza al denunciar delitos comunes y graves. Pánico ante criminalidad. |
No sienten una vida de calidad. Miedo de caminar por las noches en espacios inseguros. Degradación del componente social. Poca confianza en la gestión del Estado. |
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Informe Latinobarómetro, 2024, Londoño y Guerrero, 2000 |
Inseguridad, Homicidios, Criminalidad |
Desconfianza, secuestros, extorsiones, pánico |
Familias violentadas por delitos, desempleo, Victimología. |
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Valencia, et al. 2023, Millan-Valenzuela y Pérez-Anchundia, 2019, Díaz y Queirolo, 2022, Miranda, 2024. UNODC, 2019 (Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y delitos. |
Factores que generan violencia. Normalización y Escalada de la violencia. |
Temor y desconfianza |
Incidencia factores culturales y educativos, pobreza, falta de oportunidades, economías políticas ilícitas, lado clandestino de la globalización. Uso del internet. |
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González-Gutiérrez y Acosta-Guzmán, 2021. Díaz y Queirolo, 2022. De la Peña Velásquez, 2018. |
Grupos de delincuencia organizada |
Sienten terror, connivencia, aislamiento (cocooning). Miedo colectivo |
Ganar espacios para el narcotráfico. Escalada de violencia. Aumento homicidios, secuestros, extorsiones y otros delitos |
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Franco y Puglia, 2022. Aguirre, 2023. Cazares, Palacios, Duche y Guerrero, 2022. Zamudio, 2017. Leiva y Ramírez, 2022. |
Delitos propiedad privada. Violencia a estudiantes universitarios. Aislamiento y connivencia |
Sentimientos de persecución. Desconfianza en las personas. Violencia psicológica más fuerte que la física. Sentimiento de poco bienestar. |
Antropoespacialidad. Escasa confianza poderes públicos. La población no se siente feliz |
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Leiva y Ramírez, 2022. Martínez, 2023. Hernández, 2023. Vásquez, 2021. |
Participación del colectivo social. Conducta prosocial. Valores y Derechos Humanos |
Sentimientos de indefensión. Inequidad |
Resistencia de las víctimas. Autodefensa. Valorar igualdad de oportunidades. |
Fuente: elaboración propia, 2025
RESULTADOS
Las fuentes primarias permitieron conocer el malestar de los jóvenes, la visión de identificar estrategias para combatir la anomia social y la permisibilidad ante hechos violentos. Las afectaciones psicológicas que se evidencian en los datos de altos niveles de inseguridad, de igual forma las afectaciones sociológicas que provoca los actos violentos protagonizados por delincuentes organizados en bandas criminales, que incide en las actividades cotidianas, en las actividades académicas, riesgo a la salud física y a la economía familiar, por los gastos que se incurren cuando te despojan de tus bienes o costos médicos y psicológicos generados por el impacto de la agresión. Para Leiva y Ramírez (2022) estas afectaciones especialmente psicológicas vulneran el bienestar y aquella sensación de tranquilidad que siente los habitantes de una comunidad.
En naciones de América central y Sudamérica y algunos países caribeños deben surgir estrategias que permitan a los jóvenes una participación plena y activa en las decisiones del estado, que garantice un bienestar individual y ciudadano, en el caso de las ciudadanías alternativas procurar que los jóvenes incentiven cada vez más su responsabilidad social como lo refiere Martínez et al. (2023) en su estudio. Se ha considerado que estos países conforman una región muy violenta, con una tasa de cerca de medio millón de muertes violentas en el mundo, pero la prevalencia más alta radica y se establece en América latina. (OMS, 2014, p. 8). Esta tendencia como refiere Villalta y Perdomo (2017) continúa en aumento.
Estas cifras altas vinculadas a la victimización, genera percepción de inseguridad por el miedo a convertirse en víctima. De acuerdo a los datos dados por la organización chilena Latinobarómetro (2016) en la encuesta de niveles de percepción de inseguridad y niveles de victimización se indicaba que el 30% de los habitantes de países de Latinoamérica reportaron haber sufrido por el cometimiento de algún tipo de hecho violento; por ejemplo, Venezuela, México, Argentina y República Dominicana con un porcentaje superior al 40%. De continuar esta escalada de violencia, el pronóstico para América latina será nefasto, ya que estaremos superando cifras muy altas en el cometimiento de delitos como crímenes provocados por los grupos de delincuencia organizada, en especial en ciudades consideradas de alta peligrosidad como la ciudad de Los Cabos, Tijuana y otras trece ciudades en México, ciudad de Cúcuta en Colombia y Guayaquil en Ecuador, mencionando a pocas en este contexto, y referían que la mayor cantidad de crímenes estaban dirigidos a poblaciones más vulnerables como mujeres, niños y adolescentes y poblaciones rurales.
La violencia en el ámbito psicológico en universitarios es más significativa que la violencia real o física, (Cazares-Palacios et al, 2022) lo que implica tomar en consideración las dinámicas de relacionamiento e interacción social. Tomando en consideración la perspectiva científica es vital establecer acuerdos para establecer medidas críticas y humanas que nos lleven a pensar como comunidad y los compromisos y acciones que se puedan desarrollar en aras de generar valiosos elementos que permitan una efectiva interrelación en los entornos sociales y universitarios. (Franco y Puglia, 2023).
En Ecuador la violencia se ha manifestado de diversas maneras y ha ido escalando conforme las circunstancias permitidas por la corrupción, para el año 2016 la cifra de homicidios premeditados era de aproximadamente 960 casos, sin embargo, en la escalada de violencia estas cifras subieron en el año 2021 a 1885, de acuerdo al estudio de Miranda et al. (2024, p. 24).
DISCUSIÓN
En la región latinoamericana el narcotráfico ha tomado una dimensión de impacto mucho mayor que en otros países del mundo, con una incidencia en las acciones políticas y sociales de los estados en especial en países como México y Colombia donde el narcotráfico ha incrementado los niveles de violencia con afectaciones muy graves que repercuten en los estratos socioeconómicos y un impacto a la calidad de vida de las personas. Millan-Valenzuela y Pérez-Anchundia (2019) indicaban que la falta de recursos económicos y de oportunidades que nos brinda la educación eran incidentes en la decisión que toman los jóvenes sobre su futuro, en ciertos casos desde respuestas inadecuadas.
En Honduras y Centroamérica de acuerdo al estudio realizado por González-Gutiérrez y Acosta Guzmán (2021) las bandas criminales tratan de ganar espacios en el control y el tráfico de estupefacientes, por ejemplo, la cocaína que es su fuente de mayor financiamiento, convirtiendo esta zona como la de mayor producción de drogas. En Uruguay en un estudio de Carlos Díaz y Rosario Queirolo (2022) refieren la importancia de considerar la geografía de las economías políticas de origen ilícito, hablan del lado clandestino de la globalización evidenciados en países como centroamericanos como El Salvador, en Colombia y México donde no consideran el daño a la población sino mantener sus ingresos generados por el narcotráfico. En esta globalización del tráfico de drogas incide la apertura que brindan los servicios de internet, se indica que el 52% de los habitantes de países de América central y del Sur tienen acceso a internet, según la Oficina contra la Droga y el Delito de las Naciones Unidas en 2019 estimaba que aproximadamente el 59,54% de las personas están conectados de forma virtual.
Para Aguirre et al. (2023) la violencia en las ciudades, desde las amenazas y violencia real se da considerando la antropoespacialidad, que refiere a la habitabilidad en los espacios públicos y sociales donde los individuos desarrollan sus actividades, y que esta violencia que se da en las calles genera miedo colectivo y la inseguridad en la percepción pública y que nos obliga a vivir en situación de aislamiento llamado cocooning como estrategia de protección y seguridad. Hernández et al. (2023) refieren que la conducta prosocial y la empatía son referentes en función de la defensa de la víctima, cuando referían las razones para que en escuelas y colegios se evidenciara violencia de todo tipo y que la desconexión moral era reforzadora de la agresión en estos entornos.
Este contexto de violencia se aprecia analizando por un lado una inseguridad objetiva que es el dato real que se tiene de las agresiones y delitos. Se puede percibir también niveles de victimización pese a que muchas de las personas afectadas no denuncian estos hechos por el temor que puedan sufrir retaliaciones (IIDH, 2011. p. 25). De igual forma se evidencia una sensación de inseguridad de forma subjetiva cuando el ciudadano siente pánico e indefensión. Ambas pueden arrojar resultados a través de encuestas dirigidas a determinar la inseguridad objetiva y subjetiva que genera estados de victimización.
CONCLUSIONES
Los estudios permitieron concluir la necesidad de fomentar un activo involucramiento de toda la comunidad universitaria a través de desarrollar una cultura de seguridad, identificando y reportando situaciones de riesgo. Se debe también capacitar al personal de seguridad con técnicas que permitan respuestas inmediatas ante la agresión a estudiantes o entre estudiantes, de igual forma se debe capacitar al personal de guardianía en técnicas de Primeros Auxilios para atender situaciones de emergencia. Se debe crear departamentos o mínimo comités de seguridad que preserven la integridad de los estudiantes.
Se debe de igual forma fortalecer los Departamentos de Bienestar Universitario que brinden apoyo a estudiantes que han sido vulnerados en sus derechos, o víctimas de acoso, violencia o discriminación. Los presupuestos universitarios deben permitir que se creen espacios que brinden seguridad y que resulten acogedores donde los estudiantes se sientan confiados de desarrollar sus actividades particulares y académicas.
Es necesario que las universidades de la región latinoamericana asuman estrategias y programas específicos direccionados a las particularidades de su comunidad y entorno, fomentando una específica colaboración entre las autoridades universitarias y la comunidad que garantice ese entorno seguro que desean y merecen los jóvenes para su aprendizaje y desarrollo integral. ese entorno seguro que desean y merecen los jóvenes para su aprendizaje y desarrollo integral.
De igual forma las universidades a más de cumplir con su función específica de impartir conocimiento científico, deben asumir desde su responsabilidad social el fortalecimiento de entornos con equidad que garanticen el establecimiento y reforzamiento de valores, aptitudes, conductas y conciencia moral para fomentar condiciones equitativas y justas garantizando oportunidades de gozar a plenitud los derechos humanos de los individuos. (Vásquez, et al 2021).
Este artículo detalla la percepción que tienen los ciudadanos ante la ola de inseguridad en países latinos y del Caribe para poder establecer dinámicas de prevención ante la delincuencia organizada, y observar las diferencias que se han dado en cada país al establecer estrategias de prevención que aporten a garantizar políticas de seguridad ciudadana. Esto permitiría que las personas tengan claro las diferentes formas de violencia, acoso o maltrato, evitando que se dé una subjetivación del concepto de violencia, invisibilizando y naturalizando el delito, donde no reconozcamos los derechos de las personas agredidas.
Cabe destacar que la sensación de percepción de inseguridad de los jóvenes universitarios latinoamericanos se da por una multiplicidad de factores por un lado la violencia social que se evidencia en las cifras altas de criminalidad, la sicosis que se evidencia en sus comportamientos, por ejemplo, el aislamiento social, no frecuentar sitios públicos para no exponerse a convertirse en víctima de algún tipo de delito, por otro lado la evidente desconfianza en la seguridad pública ejercida por las fuerzas del orden que por su desenvolvimiento ante la criminalidad nos hablan de su poca eficacia ante el crimen organizado. Sumado a estos factores se observa como componentes de la percepción de inseguridad los elementos socioeconómicos como la falta de recursos económicos o extrema pobreza, demandas laborales excesivas ante una oferta laboral precaria y limitada, que contribuye a un alto desempleo, el número de empresas y puestos de trabajo que deben cerrar puesto que son vacunados o extorsionados y en ciertos casos cuando se niegan a pagar las extorsiones son destruidos los negocios y empresas, aumentando el nivel de desempleo, la desigualdad social incrementada por la percepción de una cultura de violencia, de tener o poseer sobre el ser, violentando las expectativas hacia un futuro prometedor, se agregan los factores psicológicos que lastiman la seguridad en ellos mismos, el autoestima de los jóvenes se ve afectada, ya que no son capaces de tomar decisiones, ni enfrentar una realidad lacerante, finalmente establecer otras condiciones que ubican a las mujeres como una población con mayor vulnerabilidad ante los varones.
La percepción de inseguridad afecta a la colectividad, y establece parámetros para entender que la inseguridad no está siempre vinculada a los hechos reales violentos, sino que también ese concepto de inseguridad toma de aquellos imaginarios sociales que la sociedad enfrenta, la cultura, violencia de género, desconfianza en los otros, las dinámicas urbanas que se van notando cuando los barrios se cercan, cuando los jóvenes son atraídos por esta cultura del inmediatismo, quieren tenerlo todo y en un solo momento, la impunidad que se evidencia en los procesos investigativos, cuando los adolescentes son inimputables ante el cometimiento de un delito, una violencia generalizada y a la vista de todos, asaltos, secuestros y extorsiones que se notan a diario y que de cierta manera vamos naturalizando, todo esto como elementos causales que soslayan la corresponsabilidad social de la población, la desesperanza de los jóvenes en construir un mañana para sí mismo y sus familias.
La percepción de inseguridad es un proceso complejo que de a poco va impactando la realidad social de una población, afectando las actividades cotidianas de una colectividad, dificultando acciones que promuevan soluciones desde el Estado. Es necesario que las víctimas directas e indirectas asuman una responsabilidad social que les permita una participación directa, ya que son quienes demandan de acciones concretas que les garantice una estable seguridad social, y la garantía de una vida mejor, eliminando de esta forma el espectro de temor, desconfianza e inseguridad.
REFERENCIAS
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Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Declaración de responsabilidad de autoría
Los autores del manuscrito señalado, DECLARAMOS que hemos contribuido directamente a su contenido intelectual, así como a la génesis y análisis de sus datos; por lo cual, estamos en condiciones de hacernos públicamente responsable de él y aceptamos que sus nombres figuren en la lista de autores en el orden indicado. Además, hemos cumplido los requisitos éticos de la publicación mencionada, habiendo consultado la Declaración de Ética y mala praxis en la publicación.
Janet Patricia Vásquez González y Edwin Martín García Ramírez: Proceso de revisión de literatura y redacción del artículo.