Maestro y Sociedad e-ISSN 1815-4867

Volumen 22 Número 1 Año 2025

Artículo original

Violencia social y cultura de paz: un análisis de la realidad ecuatoriana y sus implicaciones

Social violence and culture of peace: an analysis of the ecuadorian reality and its implications

Violência social e cultura de paz: uma análise da realidade equatoriana e suas implicações

Héctor Andrés Zambrano Noboa *, https://orcid.org/0000-0003-1251-7579

Mg. José Luis Bernardo Vélez, https://orcid.org/0000-0001-5107-8244

Universidad Técnica de Manabí, Ecuador

*Autor para correspondencia. email hector.zambrano@utm.edu.ec

Para citar este artículo: Zambrano Noboa, H. A. y Bernardo Vélez, J. L. (2025). Violencia social y cultura de paz: un análisis de la realidad ecuatoriana y sus implicaciones. Maestro y Sociedad, 22(1), 193-204. https://maestroysociedad.uo.edu.cu

RESUMEN

Introducción: Este artículo aborda la problemática de la violencia en el Ecuador, un país marcado por una profunda desigualdad social. Objetivo: Su objetivo es analizar la relevancia de promover y cultivar una cultura de paz como medio para fortalecer la cohesión social, erradicar la violencia y sostener la democracia, la seguridad y el desarrollo nacional. Materiales y método: El método de investigación utilizado es cualitativo, basado en datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) además de Informes del Ministerio del Interior y Fiscalía General del Estado de "Estadísticas de Criminalidad, Seguridad Ciudadana y Violencia del año 2019 hasta el 2023". Las estadísticas revelan una situación de constante inseguridad ciudadana, con un aumento de delitos contra el patrimonio, la vida, la salud, la seguridad pública y otros, evidenciado por el número de denuncias registradas ante las autoridades. Conclusiones: Se concluye que es crucial promover una cultura de paz en el país como medio para prevenir delitos futuros y resolver conflictos de manera no violenta, basada en los valores tradicionales de la paz que son escasos en la sociedad actual.

Palabras clave: violencia, cultura de paz, realidad, conflictos, cohesión social.

Abstract

Introduction: This article addresses the problem of violence in Ecuador, a country marked by profound social inequality. Objective: Its objective is to analyze the relevance of promoting and cultivating a culture of peace as a means to strengthen social cohesion, eradicate violence and sustain democracy, security and national development. Materials and method: The research method used is qualitative, based on data provided by the National Institute of Statistics and Census (INEC) as well as Reports from the Ministry of the Interior and the State Attorney General's Office on "Statistics on Crime, Citizen Security and Violence from 2019 to 2023". The statistics reveal a situation of constant citizen insecurity, with an increase in crimes against property, life, health, public safety and others, evidenced by the number of complaints registered with the authorities. Conclusions: It is concluded that it is crucial to promote a culture of peace in the country as a means to prevent future crimes and resolve conflicts in a non-violent manner, based on the traditional values of peace that are scarce in today's society.

Keywords: violence, culture of peace, reality, conflicts, social cohesion.

RESUMO

Introdução: Este artigo aborda o problema da violência no Equador, um país marcado por uma profunda desigualdade social. Objetivo: Analisar a relevância da promoção e cultivo da cultura de paz como meio de fortalecer a coesão social, erradicar a violência e sustentar a democracia, a segurança e o desenvolvimento nacional. Materiais e método: O método de pesquisa utilizado é qualitativo, baseado em dados fornecidos pelo Instituto Nacional de Estatística e Censos (INEC), bem como em Relatórios do Ministério do Interior e da Procuradoria Geral do Estado sobre "Estatísticas sobre Crime, Segurança Cidadã e Violência de 2019 a 2023". As estatísticas revelam uma situação de constante insegurança cidadã, com aumento dos crimes contra o patrimônio, a vida, a saúde, a segurança pública e outros, evidenciado pelo número de denúncias registradas junto às autoridades. Conclusões: Conclui-se que é fundamental promover uma cultura de paz no país como forma de prevenir futuros crimes e resolver conflitos de forma não violenta, com base nos valores tradicionais de paz que são escassos na sociedade atual.

Palavras-chave: violência, cultura de paz, realidade, conflitos, coesão social.

Recibido: 15/10/2024 Aprobado: 20/12/2024

Introducción

La preocupación principal en nuestro país se centra en la persistente violencia social que ha marcado la historia ecuatoriana, extendiéndose hasta el siglo XXI. Este fenómeno se relaciona con conflictos internos continuos y se ve exacerbado por desigualdades sociales notables, como el desempleo y la pobreza, que hacen difícil la vida digna en nuestra sociedad.

Debe ser visto como el punto de partida de todas las negociaciones y relaciones humanas. La historia nos ha demostrado que esto es posible, pero en muchas ocasiones es al revés, ya que la paz es el resultado de un largo proceso de violencia, injusticia, violación de derechos humanos y de enfrentamientos encontrados (Alted Vigil, Conflictos, Cultura de paz y enseñanza de la Historia, 2024).

En el comienzo del siglo XXI, educar en favor de la paz implicaba brindar los fundamentos necesarios para desarrollar una cultura pacífica, con el fin de preparar a las generaciones nacionales para alcanzar un consenso sobre principios humanos inclusivos establecidos en la sociedad (Kuong Morales y Kuong Morales, 2024).

Una de las maneras más brutales de ejercicios de poder que daña a personas, comunidades o Estados es la violencia social. (Martínez Hernández, Violencia social en Guerrero: una aproximación fenomenológica, 2022). En este sentido, las dimensiones de la violencia que han recibido mayor atención son dos. Por un, por un lado, la forma en que se ha expandido por todo el territorio nacional. Por otro lado, la manera en que sus perpetradores han evolucionado en términos de uso de una mayor brutalidad –un ámbito en el que las organizaciones criminales son prominentes (Guerra, 2022).

Las formas de violencia se infiltran en los entornos sociales, impactan el comportamiento humano y dan lugar a una serie de conflictos sociales de diversos tipos en los que el Estado desempeña un papel importante al convertirse en una herramienta de control y represión social (Vidal et al., 2021).

El estado actual de la sociedad, las brechas cada vez mayores en la desigualdad, la pérdida continua y desenfrenada de valores y su conexión con la disyunción social , las condiciones sociodemográficas de la injusticia, el poder del dinero, el cumplimiento de las condiciones ambientales , la desigualdad de género , la destrucción consciente y cruel de la dignidad humana por parte de otros hombres, el desmembramiento del tejido social , el abandono estatal de algunos sectores económicos en favor de otros y el relativismo moral , entre otros factores, han allanado el camino para que la violencia social reine e impacte sin freno y a costa de humanidad (La Visión Emergente. Elementos de Impulso para la Vinculación con la sociedad, 2023).

Cultura de paz: enfoques teóricos y conceptuales

El concepto de Cultura de paz (CP) suele estar vinculado al desarrollo de dinámicas violentas y al fin de los conflictos. Sin embargo, puede entenderse ser mejor entendido como los esfuerzos y acciones de una cultura para guiar y ejecutar un mundo más pacífico (Reyes Valenzuela, 2021). Incide en todos los campos de la sociedad: político, ecológico, socio, cultural, educativo y económico; en el ámbito individual, social y estructural (González, 2021).

Un mundo violento se refleja de las acciones humanas que lo han construido, y dado que es un constructo, es constantemente posible modificar las situaciones que producen dicha violencia, incluso en casos más complejos (García González, 2021).

Cultura

En el discurso moderno, la cultura se construye en torno a la creencia inmutable pero necesaria de que existe una sustancia "espiritual" desprovista de contenidos o cualidades que, si bien no niega la vida humana ni la satisfacción de los propios deseos, es sin embargo el rasgo distintivo de la "humanidad" (Echeverria, 2019).

En torno al concepto de cultura, Monegal (2024), expresa que es un componente de la idea de que todo es cultural, marco mismo de la existencia humana. Presenta su paradigma desde ahí. En este caso, no se puede hacer una distinción entre culturas alta y baja, equivaler ciencia y culturas, o bien equipar educación y cultura: y la educación son aspectos de la cultura.

De esto, la cultura es un conjunto de articulaciones donde conviven elementos sociales y naturales. No es justo una observación humana (Araiza Díaz, 2020).

Paz

Según (Barrios Andrade, 2021) comprende la paz como ausencia de guerra o conflicto armado y las condiciones que conducen a ella, implicando un estado de justicia, equidad y respeto a los derechos humanos de todos. Construir una paz estable y duradera pasa fundamentalmente por lograr cambios en las relaciones interpersonales y en el comportamiento individual supone fundamentalmente lograr cambios en las relaciones interpersonales, así como en el comportamiento individual. Los cambios requieren tanto desaprendizaje como reaprendizaje (Tatar Garnica y Vargas, 2022). (Narváez Jaimes, 2020) La paz es vista como una acción social inacabada. Desde esta perspectiva, la paz es una práctica social cotidiana que reconoce a todas las partes involucradas, sean o no actores institucionales. En el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas (ONU, 1945), se ha entendido como una forma de "preservar una generación venidera del flagelo de la guerra" (párr. 1) (Arrieta López, 2022). Los conceptos de paz, como todo conocimiento humano, son el resultado del conocimiento, las experiencias y la vida de las comunidades culturales; dependen de la capacidad de escuchar y del interés por las contribuciones de las culturas (Hérnadez Arteaga, 2020). En este sentido, entendemos la paz como algo que debe lograrse a través de diversos mecanismos apropiados de resolución conflictos (MASC); como un derecho, tanto colectivo como individual; o como obligación constitucional, si así lo exige la Norma Fundamental (Álvarez Torres, 2022).

Perspectivas sobre una Cultura de Paz

Es importante recordar que tanto la guerra como la paz son manifestaciones de la cultura tal como se entiende en esta última época, según los lineamientos desarrollados en la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales de 1982, que se celebró en la Ciudad de México entre el 26 de julio y el 6 de agosto, la UNESCO (Alted Vigil, Conflictos, Cultura de paz y enseñanza de la Historia, 2024).

La cultura de la paz se refleja en el aspecto social y en lo académico, y se encuentra en los valores, actitudes y conductas de las personas, manteniendo la calidad de vida en cada individuo (Delfín Ruiz, 2024). Para Rivera y Matute (2023) la resolución de conflictos fortalece la capacidad de superar la vulnerabilidad social, promoviendo la satisfacción de necesidades sin violencia.

De acuerdo a lo que expresa Unriza Puin (2021) se maneja la percepción de ser un proceso cognitivo que implica reconocer, interpretar e interpretar sensaciones físicas y sociales para formar juicios, junto con otros procesos como el aprendizaje, la memoria y la simbolización.

En este sentido para Huaire-Inaci (2022) se examina el papel de la familia, los padres, los hermanos, los amigos y el entorno. El papel del Estado y los medios de comunicación en el fomento de una sociedad pacífica proporcionará la evidencia necesaria para recomendar políticas e intervenciones públicas.

La implementación y promoción de una cultura de paz es crucial para el desarrollo de sociedades justas, inclusivas y pacíficas. Abordando las raíces de la violencia y la injusticia, se busca crear un entorno donde todas las personas puedan vivir con dignidad y seguridad, contribuyendo al bienestar general y la convivencia pacífica. Por otra parte, Duque Vargas (2021) manifiesta que el concepto de paz activa requiere acciones basadas en la equidad, la empatía, la reconciliación y el abandono de las victorias personales El concepto de paz activa requiere acciones basadas en la equidad, la empatía, la reconciliación y el abandono de las victorias personales.

Así Navarro Rodríguez (2020) considera que la noción de cultura pacífica surge del estudio de cómo diferentes sociedades desarrollan una variedad de patrones culturales. El objetivo es abordar la cuestión de cómo las personas pueden vivir juntas y enfrentar los desafíos ambientales.

Conforme a la UNESCO (s.f.) “Una cultura de paz está basada en los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y en el respeto de los derechos humanos, la democracia y la tolerancia, la promoción del desarrollo, la educación para la paz, la libre circulación de información y la mayor participación de la mujer como enfoque integral para prevenir la violencia y los conflictos, y que se realicen actividades encaminadas a crear condiciones propicias para el establecimiento de la paz y su consolidación”. De acuerdo con (Velandia Vega y Sánchez Acevedo, 2020) expresan que entre las estrategias que coadyuvan en el desarrollo de una cultura pacífica, como son 1) promoción de la unidad y la acción colectiva, 2) el fomento del diálogo informal y la participación, 3) la identificación con el territorio y su permanencia, 3) uso de herramientas artísticas culturales y actividades de ocio y 4) la promoción de los jóvenes como constructores de paz.

La implementación y promoción de una cultura de paz es crucial para el desarrollo de sociedades justas, inclusivas y pacíficas. Abordando las raíces de la violencia y la injusticia, se busca crear un entorno donde todas las personas puedan vivir con dignidad y seguridad, contribuyendo al bienestar general y la convivencia pacífica.

Violencia Social y sus tipos

Para (Martínez Hernández, Rabin Amadeo, 2021) una de las maneras más brutales del poder ejercido que daña a personas, comunidades o Estados es la violencia social. Según (Vidal, Jaidith Eneth, 2021)la violencia social es un fenómeno complejo, multifacético y sistémico que está influenciado por factores económicos, políticos, culturales, sociales y psicológicos. De este punto de vista, se puede caracterizar la violencia como un fenómeno social, dado que está íntimamente vinculada a los varios conflictos y vínculos sociales (López Hernández y Rubio Amores, 2020). Para (Carrión Mena, 2022) la creciente violencia ha llevado a la población a manifestar sus sentimientos de victimización a través de actividades como las marchas blancas. La cohesión y el desarrollo de una nación se ven seriamente afectados por la violencia social. Genera un ambiente inseguro, que tiene un impacto negativo en la calidad de vida de las personas y limita las posibilidades de crecimiento económico y social. Además, mantiene ciclos de exclusión y violencia que obstaculizan la construcción de una sociedad justa y equitativa. Para abordar la violencia social, es necesario comprender sus diversas formas y adoptar un enfoque integral que involucre a todos los sectores de la sociedad en la promoción de la paz y la justicia. Según el estudio de (Kuong Morales y Kuong Morales, 2024) distingue tres categorías diferentes de violencia social:

Materiales y Métodos

El estudio utiliza una metodología cualitativa, fundamentada en datos proveídos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) e informes del Ministerio del Interior y Fiscalía General del Estado sobre La Estadística de la criminalidad, seguridad ciudadana y violencia desde 2019 hasta el 2023 (Instituto Nacional de Estadística y Censo, 2024). Este Instituto Nacional, fundamentado en los registros administrativos facilitados por la Fiscalía General del Estado y el Ministerio del Interior del Ecuador, ofrece de manera regulada información sobre el fenómeno de la criminalidad y la violencia (Ministerio del Interior, 2024). Examinar distintivamente los elementos que entouran la comisión de delitos es crucial, ya que la criminalidad se fundamenta en las infracciones reportadas a las autoridades y las cuales se presentan de maneras diversas. Esto busca comprender el impacto, los rasgos distintivos y las áreas específicas que ejercen la situación de violencia.

La promoción de la paz cultural y la gestión constructiva de conflictos en la sociedad contemporánea

En la actualidad, el Ecuador enfrenta diversos desafíos relacionados con el crimen y la violencia que afectan a la sociedad en su conjunto. Uno de los problemas más destacados es el aumento de la delincuencia urbana, que se manifiesta en robos, asaltos y hurtos en áreas urbanas densamente pobladas. Además, el país enfrenta desafíos en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, especialmente en zonas fronterizas y rurales, donde operan redes criminales transnacionales.

La violencia de género también representa un problema significativo en el Ecuador, con altos índices de violencia doméstica, agresiones sexuales y feminicidios que afectan principalmente a las mujeres y niñas. La falta de acceso a recursos y servicios de protección para las víctimas agrava esta situación y dificulta la erradicación de este tipo de violencia. Además, la corrupción y la impunidad en el sistema judicial y de seguridad pública socavan los esfuerzos para combatir el crimen y garantizar la justicia para las víctimas. La falta de recursos y capacitación adecuada para las fuerzas del orden también representa un obstáculo en la prevención y el combate contra la criminalidad. Es necesario implementar medidas efectivas de prevención del delito, fortalecimiento de las instituciones de justicia y promoción de una cultura de paz y respeto a los derechos humanos para construir un país más seguro y justo para todos sus habitantes.

Resultados

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) además de Informes del Ministerio del Interior y Fiscalía General del Estado de "Estadísticas de Criminalidad, Seguridad Ciudadana y Violencia del año 2019 hasta el 2023 del Ecuador define al delito, de manera estricta, como una conducta típica (definida por la ley), antijurídica (contraria al Derecho) y culpable; esta concepción se refiere a una conducta que enfrenta la ley y causa daños irreversibles para la comunidad.

De acuerdo al (Ministerio del Interior, Plan de Seguridad Ciudadana y Convivencia Social Pacífica 2019-2030) entre los delitos más comunes que se cometen en nuestra sociedad ecuatoriana de acuerdo a las cifras que reflejan en los organismos gubernamentales de referencia están:

En particular, todos estos delitos se aceptan mediante las variadas denuncias recuperadas en la Fiscalía General del Estado (FGE) que pone a disposición la información sobre delitos denominados de “mayor connotación psicosocial”, mismas que hacen referencia a las seis desagregaciones de robos, enmarcados en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) y se analizan los datos obtenidos por parte del Ministerio del Interior y la Policía Nacional del Ecuador en cuanto a datos relacionados con delitos comunes y los homicidios intencionales que ocurrieron en 2023. Los datos han sido examinados, comparados con años anteriores, y cotejados con datos poblacionales del censo de 2022 proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

De acuerdo con la Tabla 1 Cifras de delitos más comunes en Ecuador, se evidencia que el número de robos a personas varía significativamente a lo largo de los años, con una disminución en 2020, probablemente debido a las restricciones de movimiento relacionadas con la pandemia de COVID-19. A partir de 2021, se observa una recuperación en la mayoría de los delitos, alcanzando cifras más altas en 2022. Para el 2023, algunos delitos como el robo de motos y el robo de carros siguen una tendencia creciente, mientras que otros como el robo a personas y el robo a domicilio muestran una estabilización o leve disminución.

Tabla 1 Cifras de delitos más comunes en Ecuador

Indicador

2019

2020

2021

2022

2023

Total

Robo a personas

31002

20126

25440

31485

27916

135969

Robo de motos

8020

6666

9178

14567

16566

54997

Robo a domicilio

11099

7369

8198

8386

7157

42209

Robo de bienes, accesorios, autopartes de vehículos

9686

6214

8000

8354

7734

39988

Robo de carros

5653

4596

6911

11372

11019

39551

Robo a Unidades Económicas

5731

4078

4857

5353

5768

25787

Total

71191

49049

62584

79517

76160

338501

Fuente: elaboración propia a partir de (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2023)

Tal como refleja en la tabla 2 de cifras de delitos más comunes por Provincias del Ecuador, muestra una variabilidad considerable en el número de delitos por año y provincia. Guayas y Pichincha son consistentemente las provincias con mayor actividad delictiva, mientras que provincias como Galápagos mantienen números muy bajos. La pandemia de COVID-19 en 2020 parece haber tenido un impacto significativo en la reducción de delitos reportados. Sin embargo, a partir de 2021, los números se incrementan nuevamente, alcanzando su punto más alto en 2022, resaltando la necesidad de enfoques específicos y estrategias diferenciadas para la prevención y control de delitos en las distintas provincias del Ecuador.

Tabla 2 Cifras de delitos más comunes por Provincias del Ecuador

Provincia

2019

2020

2021

2022

2023

Total

Azuay

2956

1832

2202

2410

1513

10913

Bolívar

240

154

162

222

171

949

Cañar

690

471

606

832

624

3223

Carchi

202

126

218

287

226

1059

Chimborazo

1431

878

1261

1410

1197

6177

Cotopaxi

962

593

635

819

665

3674

El Oro

3623

2362

2719

3973

4699

17376

Esmeraldas

1865

1528

1805

2744

2230

10172

Galápagos

11

23

21

18

25

98

Guayas

24138

16622

21744

27692

32378

122574

Imbabura

1165

743

1034

1256

891

5089

Loja

609

517

628

975

391

3120

Los Ríos

4137

3235

4695

6734

6005

24806

Manabí

3681

2336

2744

4089

4135

16985

Morona Santiago

298

184

271

270

175

1198

Napo

257

195

213

319

263

1247

Orellana

694

435

540

541

525

2735

Pastaza

311

214

253

300

121

1199

Pichincha

17754

12487

15583

17514

15276

78614

Santa Elena

1376

858

1241

1590

1867

6932

Santo Domingo De Los Tsáchilas

2425

1622

1989

3321

1519

10876

Sucumbíos

903

466

558

791

656

3374

Tungurahua

1323

1075

1364

1289

472

5523

Zamora Chinchipe

140

93

98

121

136

588

Total

71191

49049

62584

79517

76160

338501

Fuente: Elaboración propia a partir de (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2023)

Como se observa en la figura 1 de cifras de homicidios intencionales en Ecuador, Ecuador logró su número más alto de homicidios intencionales en 2023, con 8004 eventos en total, desde que se llevan a cabo mediciones cuantitativas. Toda la población definida en el más reciente censo de población de 2022 (16.938.986 ecuatorianos), ascienden a 47,25 asesinatos por cada 100.000 habitantes, lo que convierte al país en el más violento de América Latina, excluyendo el Caribe.

Figura 1 Cifras de homicidios intencionales en Ecuador

Fuente: Elaboración propia a partir de (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2023)

A partir de 2021, hay una tendencia alarmante de incrementos significativos en los asesinatos dolosos en Ecuador, según lo indicado figura 2 correspondiente al promedio diario de asesinatos dolosos. Con un promedio diario de asesinatos que ha alcanzado niveles extremadamente altos, la situación en 2023 es crítica. El análisis destaca la necesidad urgente de medidas efectivas para abordar la seguridad pública, como el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y aplicación de la ley y la implementación de políticas socioeconómicas que reduzcan la vulnerabilidad de la población a la violencia.

Figura 2 Promedio diario de asesinatos dolosos

Fuente: Elaboración propia a partir de (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2023)

Tomando como referencia la tabla 3 homicidios dolosos desglosados por mes y año, cada mes muestra un aumento significativo en el número de incidentes desde 2019 hasta 2023. La tendencia general es al alza, lo que indica un deterioro de la seguridad o un aumento en la notificación de incidentes, siendo los meses críticos: octubre, noviembre y diciembre de 2023 con cifras especialmente altas, con octubre y diciembre siendo los meses con más incidentes reportados en todo el periodo analizado. La tendencia anual va en aumento más pronunciado entre 2021 y 2022, y nuevamente entre 2022 y 2023, pasando de 1049 en 2019 a 8004 en 2023, lo que representa un incremento notable en un período de cinco años.

Tabla 3 Homicidios dolosos desglosados por mes y año

Indicador

2019

2020

2021

2022

2023

Total

Enero

83

113

122

315

517

1150

Febrero

87

116

226

312

490

1231

Marzo

80

83

173

348

635

1319

Abril

88

117

176

368

622

1371

Mayo

96

102

172

427

640

1437

Junio

101

115

170

358

698

1442

Julio

90

94

198

405

773

1560

Agosto

89

122

203

388

592

1394

Septiembre

95

105

325

479

754

1758

Octubre

115

138

225

472

809

1759

Noviembre

11

148

282

422

738

1601

Diciembre

114

157

223

530

736

1760

Total

1049

1410

2495

4824

8004

17782

Fuente: Elaboración propia a partir de (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2023)

El aumento de homicidios está directamente relacionado con un aumento de los delitos cometidos con armas de fuego y el homicidio (homicidio agravado por circunstancias violentas o consanguíneas). Por tipo de arma, como se muestra en la tabla 4 homicidios intencionales por tipo de arma, los homicidios con armas blancas, contundentes, constrictoras y sustancias han mantenido una tendencia constante ascendente desde 2019. utilizado por organizaciones criminales, aumentó un 126% en 2021 en comparación con 2020. en un 122% respecto a 2021, y en un 79% en 2023 respecto al año anterior.

Tabla 4 Homicidios intencionales por tipo de arma

Indicador

2019

2020

2021

2022

2023

Arma de fuego

652

807

1823

4047

7039

Arma blanca

362

352

431

494

605

Otros

72

90

74

111

167

Arma contundente

66

71

87

98

117

Constrictora

35

45

79

72

74

Sustancias

0

7

1

2

2

Fuente: Elaboración propia a partir de (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2023)

En cuanto a los homicidios intencionales por grupo de edad, tabla 5, debido a la falta de datos para los meses de noviembre y diciembre de 2023, el análisis se realizará con la información disponible desde enero hasta octubre. Según las estadísticas nacionales, la población más afectada por este delito tiene entre 25 y 29 años, representando el 20,03% del total de homicidios durante el período estudiado. Seguidos de los de 20 a 24 años (18,76%), de 30 a 34 años (16,74%) y de 35 a 39 años (11,06%), respectivamente. Las víctimas de entre 0 y 19 años no se encuentran entre las más afectadas, las estadísticas muestran una tendencia preocupante, los homicidios entre jóvenes han aumentado no solo un 65,24% respecto a 2022, sino también un 640,38% respecto a las estadísticas de 2019 (104 a 770 muertes). a 4 años representan un porcentaje mayor del total de víctimas jóvenes, alcanzando el 32,21% en 2023 frente al 21,67% en 2022.

Tabla 5 Homicidios intencionales por grupo etario

Indicador

2019

2020

2021

2022

2023

0 a 4 años

2

11

5

13

19

5 a 9 años

9

5

8

36

35

10 a 14 años

23

27

56

101

248

15 a 19 años

70

69

129

316

468

tasa de crecimiento

0%

7,69%

76,79%

135,35%

65,24%

Fuente: Elaboración propia a partir de (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2023)

Al 2022, las provincias con bajas tasas de homicidios, como Zamora Chinchipe, Pastaza, Morona Santiago y Orellana, han experimentado los mayores aumentos, lo que indica un aumento de la criminalidad en zonas pacíficas dentro del contexto nacional como se muestra en la figura 3. Las provincias que están ubicadas en la Amazonía y no tienen una ubicación estratégica para el narcotráfico, la minería ilegal y los delitos ambientales pueden ser motivos para investigar más a fondo.

Por otra parte, al realizar un análisis más integral, se hace evidente la preocupante tendencia de que en diez de las veinticuatro provincias se haya producido un aumento de más del cincuenta por ciento en la tasa de homicidios respecto al año anterior. Esmeraldas representa un caso para un análisis específico porque, a pesar de ser la tercera provincia del país con mayor tasa de homicidios, muestra una disminución, lo que sugiere, en un principio, que la violencia en la provincia puede estar acercándose a una meseta luego de alcanzar un nivel exponencial de crecimiento.

Figura 3 Aumento en tasas de homicidio por Provincias

Fuente: Elaboración propia a partir de (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2023)

Como se demuestra en la figura 4 de cantones con mayor índice de homicidios, el cantón de Rocafuerte experimentó un aumento de 1100% en homicidios entre 2022 y 2023, seguida por Santa Lucía (1000%) y Lomas de Sargentillo (700%) en la provincia de Guayas. En el primer semestre de 2023, Valencia y Rumiñahui tuvieron la tasa más alta de homicidios. Sin embargo, a diciembre de 2023, Valencia está en el octavo lugar y Rumiñahui no está entre los veinte primeros. Ante esto, cabe destacar como caso de estudio la aparición de Rocafuerte, quien, no apareció en el anterior ranking, vale la pena señalarlo como estudio de caso.

Cabe observar que cantones pacíficos como Joya de los Sachas, Otavalo, Salcedo, Pangua y Mera han comenzado a experimentar aumentos significativos en el número de asesinatos intencionales.

Figura 4 Cantones con mayor índice de homicidios

Fuente: Elaboración propia a partir de (Instituto Nacional de Estadística y Censos, 2023)

Discusión

La violencia es más que solo un problema criminal, tiene importantes implicaciones sociales y culturales; tiene implicaciones sociales y culturales importantes. Normalizar la violencia puede socavar la confianza en las instituciones públicas y dañar el tejido social. Promover la coexistencia pacífica, coexistencia y el respeto mutuo entre los ciudadanos es crucial en esta situación. Y el respeto mutuo entre los ciudadanos es crucial en esta situación. La cultura de paz incluye no sólo la ausencia de violencia, sino también la construcción activa de relaciones justas y equitativas. Aunque existen avances en la legislación y programas comunitarios, los esfuerzos deben ampliarse y coordinarse para abordar de manera efectiva las causas fundamentales de la violencia. Inspirarse en enfoques teóricos como los de (Galtung, 1990) y (Ocampo López, 2008), así como en experiencias locales, ofrece un camino viable hacia la construcción de una sociedad más equitativa y pacífica.

Conclusiones

Los delitos se mantienen o se multiplican, ya que se ve que las estrategias en vigueur no son suficientes o apropiadas para abordar las causas fundamentales de la delincuencia, como el robo de vehículos y el robo a personas. En la prevención, rehabilitación y fortalecimiento de la cooperación entre la comunidad y las fuerzas del orden, es esencial que las políticas de seguridad sean adaptables y fundamentadas en datos.

La variación en las tasas de delitos violentos en las provincias sugiere que las estrategias de seguridad deben estar altamente contextualizadas y ser específicas de cada región. Aunque menos críticas, las provincias con baja incidencia también deben mantener y mejorar sus estrategias preventivas para evitar incrementos futuros, mientras que las con alta incidencia delictiva, como Guayas y Pichincha, requieren enfoques robustos y sostenidos. Es importante tener en cuenta que las variaciones en la incidencia de la delincuencia pueden verse influenciadas por factores socioeconómicos, geográficos y demográficos, así como por la eficacia de las fuerzas de seguridad locales. Por tanto, abordar estos desafíos requiere una estrategia total y multidimensional que incluya la prevención del delito, la mejora de la infraestructura de seguridad y la participación comunitaria.

El Ecuador en seguridad pública ha experimentado un deterioro significativo, como señalado por la tendencia preocupante y creciente de las cifras de homicidios intencionales en el país. Para combatir este alarmante aumento en la violencia, es fundamental que las autoridades aborden esta situación con urgencia, implementando políticas de seguridad efectivas, programas sociales y reformas judiciales.

Los datos muestran una tendencia clara de aumento en el número de asesinatos dolosos diarios a lo largo de los años mencionados, la variación porcentual sugiere que el ritmo de crecimiento de los asesinatos dolosos se ha acelerado notablemente en los últimos años, especialmente destacado en 2023, estos incrementos pueden tener múltiples causas subyacentes, incluidos factores sociales, económicos, y políticos. Es crucial para las autoridades y la sociedad en general entender y abordar estas causas para mitigar la violencia.

Hay un aumento en el número total de homicidios de año en año. se muestra claramente en el total anual, que aumenta de 2019 a 2023. meses muestran aumentos más significativos que otros, como marzo y septiembre en 2021 y 2022. Hubo un aumento significativo en el número de homicidios en comparación con años anteriores, lo que indica un cambio o intensificación en los factores que contribuyen a la violencia. El análisis destaca la necesidad crítica de políticas públicas y medidas de seguridad efectivas para abordar las causas subyacentes de la violencia y proteger a la población.

Claro aumento en el uso de armas de fuego para cometer homicidios a lo largo de los años en el uso de armas de fuego para cometer homicidios, las cifras reflejan un aumento significativo, de 652 a 7039, resaltando la importancia de las políticas de prevención de la violencia armada, particularmente aquellas dirigidas a regular las armas de fuego e implementar estrategias para reducir la ocurrencia de homicidios con armas. El alarmante aumento de los homicidios entre adolescentes (10-14 y 15-19) pone de relieve la urgente necesidad de políticas y programas destinados a prevenir la violencia juvenil. Se necesita investigación para comprender mejor las causas subyacentes y desarrollar estrategias de intervención efectivas para el grupo de edad de 0 a 4 años.

De acuerdo al análisis de las provincias del Ecuador, el incremento de la tasa de homicidios es un problema grave que necesita respuesta de manera inmediata. Las provincias con los mayores aumentos (Zamora Chinchipe, Pastaza y Morona Santiago) deberían tener prioridad para una intervención inmediata. Las estrategias deben ser integrales e incluir todo, desde la seguridad hasta el desarrollo socioeconómico, para abordar las causas subyacentes de la violencia.

Es necesaria una respuesta inmediata y coordinada respuesta a la luz del extremadamente preocupante aumento de la tasa de homicidios en estas zonas cantonales. Es necesaria a la luz del extremadamente preocupante aumento de la tasa de homicidios en estas localidades como Rocafuerte y Santa Lucía que experimentan mayores incrementos deben implementar acciones urgentes y efectivas para revertir esta tendencia y asegurar la seguridad de sus residentes. Para abordar este tema será fundamental establecer estrategias integrales que incluyan cooperación interinstitucional, programas de prevención y simulacros de seguridad.

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Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Declaración de responsabilidad de autoría

Los autores del manuscrito señalado, DECLARAMOS que hemos contribuido directamente a su contenido intelectual, así como a la génesis y análisis de sus datos; por lo cual, estamos en condiciones de hacernos públicamente responsable de él y aceptamos que sus nombres figuren en la lista de autores en el orden indicado. Además, hemos cumplido los requisitos éticos de la publicación mencionada, habiendo consultado la Declaración de Ética y mala praxis en la publicación.

Héctor Andrés Zambrano Noboa y José Luis Bernardo Vélez: Proceso de revisión de literatura y redacción del artículo.