Maestro y Sociedad e-ISSN 1815-4867

Volumen 21 Número 2 Año 2024

Artículo original

Los juegos tradicionales para desarrollar la motricidad gruesa en los niños de Educación Inicial II

Traditional games to develop gross motor skills in children of Initial Education II

Joselyn Evelina Bravo Zambrano, https://orcid.org/0009-0006-0303-1840

Eleticia Isabel Pinargote Macías, https://orcid.org/0000-0001-8472-5225

Universidad Técnica de Manabí, Ecuador

*Autor para correspondencia. email: jbravo8134@utm.edu.ec

Para citar este artículo: Bravo Zambrano, J. E. y Pinargote Macías, E. I. (2024). Los juegos tradicionales para desarrollar la motricidad gruesa en los niños de Educación Inicial II. Maestro y Sociedad, 21(2), 729-742. https://maestroysociedad.uo.edu.cu

RESUMEN

Introducción: La infancia temprana constituye una etapa crucial para el desarrollo de habilidades motoras, cognitivas y emocionales en los niños, especialmente de la motricidad gruesa, que involucra grupos musculares y movimientos corporales completos, en el fomento de su autonomía y confianza. Objetivo: diseñar una estrategia lúdica basada en los juegos tradicionales para favorecer el desarrollo de la motricidad gruesa en niños de Educación Inicial II de la Unidad Educativa Fiscal Lodana, cantón Santa Ana. Materiales y Métodos: Se desarrolló un estudio con enfoque metodológico mixto, descriptivo con diseño de investigación no experimental, transversal. Para la recopilación de información se utilizaron técnicas como un test de desarrollo motor grueso, la entrevista y la encuesta. Resultados: Los resultados demostraron que con frecuencia los niños mostraban deficiencias en el desarrollo locomotor y en el control de objetos, en contraste con habilidades esperadas para su edad. Asimismo, aunque los juegos tradicionales ocasionalmente eran utilizados en el aula, no se aplicaban con regularidad para este fin. En correspondencia con estas deficiencias se diseñó una propuesta basada en los juegos tradicionales para implantarse en el aula con el fin de fortalecer la motricidad gruesa en niños de Educación Inicial. Conclusiones: Los juegos tradicionales son herramientas pedagógicas valiosas para el desarrollo de la motricidad gruesa; estas prácticas contribuyen al aprendizaje sociocultural, cognitivo y emocional de los niños en la educación inicial. La propuesta de una estrategia lúdica representa una oportunidad significativa de conocer el impacto positivo en la comprensión del desarrollo infantil.

Palabras clave: Educación Inicial, estrategia lúdica, juegos tradicionales, motricidad gruesa.

ABSTRACT

Introduction: Early childhood constitutes a crucial stage for the development of motor, cognitive and emotional skills in children, especially gross motor skills, which involve muscle groups and complete body movements, promoting their autonomy and confidence. Objective: Design a recreational strategy based on traditional games to promote the development of gross motor skills in children of Initial Education II of the Lodana Fiscal Educational Unit, Santa Ana canton. Materials and methods: A study was developed with a mixed, descriptive methodological approach. with non-experimental, cross-sectional research design. Techniques such as a gross motor development test, interviews and surveys were used to collect information. Results: Children frequently showed deficiencies in locomotor development and object control, in contrast to skills expected for their age. Likewise, although traditional games were occasionally used in the classroom, they were not regularly applied for this purpose. In correspondence with these deficiencies, a proposal based on traditional games was designed to be implemented in the classroom in order to strengthen gross motor skills in Early Education children. Conclusions: Traditional games are valuable instruments for gross matrix development; Its practice contributes to the sociocultural, cognitive and emotional learning of children in Initial Education. The proposed playful strategy represents a significant opportunity to achieve a positive impact on the comprehensive development of infants.

Keywords: Initial Education; playful strategy; traditional games; gross motricity

Recibido: 6/1/2024 Aprobado: 15/3/2024

Introducción

Los primeros años de vida de un niño constituyen un período decisivo para el desarrollo de habilidades motrices, cognitivas y socioemocionales. Dentro de estas habilidades, la motricidad gruesa hace referencia a las capacidades que implican el empleo de grandes grupos musculares, como los de los brazos, piernas y torso, y abarca los movimientos que involucran todo el cuerpo (Castro & Jiménez, 2020); juega un papel fundamental en la autonomía y confianza de los pequeños durante sus etapas iniciales.

Según Fernández-Valero & Sánchez (2022), este período no solo establece las bases para el bienestar y la salud durante toda la vida, sino que también, es un momento crucial para la adquisición y perfeccionamiento de las Habilidades Motoras Fundamentales (HMF). Estas habilidades son esenciales, se constituyen en las acciones motoras básicas que se combinan para formar movimientos más complejos en actividades deportivas y lúdicas.

A la edad de los dos años, la mayoría de los niños han desarrollado habilidades motoras fundamentales como gatear, caminar, correr, sentarse, levantarse y trepar escalones y es, a partir de estas capacidades básicas que se edifican las habilidades de motricidad gruesa (MG). Con el tiempo, los niños evolucionan y refinan destrezas locomotoras, no locomotoras y de manipulación, que sirven como pilares para acciones diarias más intrincadas, por ejemplo, vestirse o bañarse o actividades lúdicas como deportes y juegos (Estévez, 2014).

En la actualidad, los desafíos relacionados con la motricidad son un problema global que incide en el progreso de habilidades motoras, tanto gruesas como finas de los niños. Esta situación repercute en un desarrollo académico eficiente que puede afectar su futuro, dado que no se ha intervenido adecuadamente con estos (Henríquez, 2023).

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, 2021), en su informe "Estado mundial de la infancia 2021: Una nueva era para la infancia", señala que los problemas motores pueden tener un impacto significativo en el desarrollo y el bienestar de los niños. Los niños con problemas motores son propensos a presentar dificultades para realizar actividades cotidianas, como caminar, correr, jugar o ir al baño lo que conlleva a consecuencias como aislamiento, exclusión social, la baja autoestima y el abandono escolar.

Ecuador no está ajeno a esta problemática, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC, 2018) los problemas motores en la población infantil ecuatoriana son un problema creciente. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018, el 10,6 % de los niños menores de 5 años en Ecuador presentan algún retraso en el desarrollo motor.

Adicionalmente, Sanipatin & Delgado (2022), mencionaron en su estudio el limitado uso de recursos para el fomento de habilidades motrices y en infraestructura, con apenas el 43,9 % de las instituciones educativas ecuatorianas de educación parvularia cuenta con materiales suficientes, o que podría tener amplias implicaciones para el desarrollo y bienestar de los niños en el país.

Según el Ministerio de Educación del Ecuador (2014) dentro del Currículo de Educación Inicial se considera el potenciamiento de la capacidad motriz mediante procesos sensoperceptivos que facilitan una correcta organización del esquema corporal y mejora la coordinación en la realización de movimientos y traslados. Si bien es cierto en el Ecuador, la Educación Inicial se ha enfocado al desarrollo de las habilidades motrices de los niños, es indispensable mejorar su dominio corporal para el proceso de aprendizaje.

Dentro del contexto educativo manabita de la parroquia Lodana del cantón Santa Ana, se ha podido observar niños que presentan dificultades en el desarrollo de ciertas destrezas, que según el Currículo de Educación Inicial (Ministerio de Educación del Ecuador, 2014) a esta edad se espera que ciertas habilidades motrices básicas estén bien establecidas, incluyendo caminar y correr de manera ágil y segura por diversas distancias, saltar de un pie al otro alternativamente de forma independiente, y llevar a cabo acciones con control preciso de la fuerza y tono muscular, tales como lanzar, atrapar, y patear objetos y pelotas. También se incluye la capacidad de efectuar movimientos y desplazamientos combinados a distintas velocidades (rápida o lenta) y de variada duración (largos y cortos).

Las debilidades señaladas son consecuencia de varios factores entre los que se resaltan Los infantes pasan largas horas atrapados en el manejo de medios tecnológicos como computadora, tv, tablets, celulares, otros; limitándolos de esta manera a ejecutar movimientos en su cuerpo lo que perjudica su desarrollo motor grueso. En un mundo donde la tecnología y los dispositivos electrónicos ocupan cada vez más tiempo de ocio de los niños, es imprescindible recalcar la importancia de actividades que promuevan el movimiento y la interacción física (Fernández, 2017; Murillo & Pinargote, 2023).

Investigaciones centradas en el desarrollo de la motricidad gruesa en contextos de la educación y cuidado infantil han evidenciado que la intensidad y tipo de movimiento que los niños realizan varía considerablemente según si las actividades se desarrollan dentro del aula o en espacios al aire libre (Morán, 2017; Bautista et al., 2020; Imbernón-Giménez et al., 2020).

Frente al escenario descrito se plantea como situación problema la necesidad de mejorar el desarrollo de la motricidad gruesa en los niños de Educación Inicial II de la Unidad Educativa Fiscal Lodana, en la parroquia Lodana del cantón Santa Ana, planteándose como objetivo diseñar una estrategia lúdica basada en los juegos tradicionales para favorecer el desarrollo de la motricidad gruesa en niños de Educación inicial de la Unidad Educativa Fiscal Lodana, cantón Santa Ana.

Los juegos tradicionales han sido, desde tiempos ancestrales, herramientas lúdicas que han permitido a los niños explorar su entorno, interactuar con sus pares y, sobre todo, desarrollar habilidades motoras esenciales. Estos juegos, que han trascendido generaciones, no solo portan una rica herencia cultural, sino que también ofrecen una metodología efectiva y divertida para estimular la motricidad gruesa. las características citadas motivan a diseñar una estrategia lúdica basada en los juegos tradicionales que incentiven al infante, a desplazarse voluntariamente y favorecer su destreza motriz gruesa.

En la actividad física, es esencial considerar el impacto que causa en las habilidades de motricidad gruesa, como correr, saltar y balancearse. Al respecto, Rebollo (2016) ratifica que “los juegos tradicionales en el contexto preescolar fomentan el movimiento activo, así como también, son cruciales para el desarrollo de la motricidad gruesa, la conciencia corporal y la percepción espacial, facilitando así una comprensión y adaptación progresiva al entorno” (p. 31).

El desarrollo de la motricidad gruesa en la etapa de Educación Inicial

Al explorar el desarrollo de la motricidad gruesa en la etapa de Educación Inicial, es esencial entender cómo estos movimientos fundamentales se transforman y cómo impactan en la vida diaria, el juego y el aprendizaje de los niños en este tramo vital. Las teorías del desarrollo motriz a menudo se interceptan con las teorías del desarrollo cognitivo. Varios autores, han propuesto diferentes teorías del desarrollo cognitivo que han influido en la comprensión del desarrollo motor (Baque, 2013, Bautista et al., 2020).

Piaget (1976) profundizó en el desarrollo cognitivo, y como este tiene implicaciones para el desarrollo motor. Piaget identificó cuatro etapas del desarrollo cognitivo: Sensoriomotor (0-2 años), Preoperacional (2-7 años), Operaciones concretas (7-11 años) y Operaciones formales (11+ años). Durante la etapa sensoriomotora, los niños adquieren conocimiento a través de las interacciones motoras con su entorno. Esta etapa es fundamental para el desarrollo motor, ya que el movimiento y la percepción están estrechamente vinculados.

Por su parte, Vygotsky (1995), planteó que el desarrollo cognitivo es un proceso socio-cultural, donde los niños aprenden a través de las interacciones sociales y la cultura que los rodea. Su pensamiento también guarda relevancia para el desarrollo motor, ya que argumentó que las habilidades motoras, al igual que las cognitivas, se desarrollan a través de la interacción y el aprendizaje social. El concepto de "zona de desarrollo próximo" es crucial, donde un niño puede realizar una tarea con ayuda, pero no solo. Esto puede aplicarse también al aprendizaje motor.

Por su parte, Bruner (1986) propuso tres modos de representación: enactiva (basada en acciones), icónica (basada en imágenes) y simbólica (basada en símbolos). La representación enactiva es relevante para el desarrollo motor, ya que se refiere a la comprensión basada en la acción y la experiencia directa como medios primarios de aprendizaje y comprensión en la infancia temprana. Estas experiencias basadas en la acción son fundamentales para construir una comprensión del mundo que luego se enriquecerá y se ampliará a través de modos más abstractos de representación.

Aunque estas teorías se centran en su mayoría en el desarrollo cognitivo, ofrecen elementos valiosos sobre cómo se desarrollan y se aprenden las habilidades motoras en el contexto de la cognición y la interacción social. Piaget (1976) establece cómo las habilidades motoras y la cognición están interconectadas en la primera infancia, Vygotsky (1995) resalta la importancia del contexto social y cultural en el aprendizaje motor, y Bruner (1986) enfatiza la relevancia de las experiencias basadas en la acción; siendo la visión de Bruner la que más se vincula con el objeto de estudio de dicha investigación. Estos enfoques ofrecen una visión más holística del desarrollo infantil, reconociendo que el desarrollo motor y cognitivo están intrínsecamente ligados y son influenciados tanto por factores internos como externos.

Vale citar a McGraw (1944) quien propuso que el desarrollo motriz se basa en la maduración del sistema nervioso. Según esta teoría, a medida que diferentes partes del cerebro y el sistema nervioso maduran, se manifiestan diferentes habilidades motoras. Esta teoría pone énfasis en el papel de la biología y la maduración, este autor, también reconoció la importancia de la experiencia y el aprendizaje.

Otro autor que aporta criterios valiosos a acerca del desarrollo motor es Bandura (1983), insta que las personas aprenden habilidades motoras mediante la observación e imitación de otros, además de la experiencia directa. Esta perspectiva añade una dimensión social y cognitiva al aprendizaje motor, sugiriendo que ver a otros realizar una tarea puede ser tan crucial como la propia práctica física para el desarrollo de habilidades motoras.

La motricidad es la capacidad del organismo para generar movimiento, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, y está relacionada con el sistema nervioso y el sistema muscular. La motricidad se clasifica en diferentes categorías según la naturaleza y complejidad del movimiento y el grupo muscular involucrado.

La motricidad gruesa (MG) o macro-motricidad, se refiere al control y uso de los músculos grandes del cuerpo que intervienen en acciones como correr, saltar, caminar, subir escaleras y lanzar. Se desarrolla durante los primeros años de vida y es crucial para la autonomía del niño, permitiéndole moverse y explorar su entorno. Por ejemplo, habilidades como: lanzar y atrapar una pelota, saltar en un pie, montar una bicicleta, nadar, otros (Jiménez et al., 2020).

En cambio, la motricidad fina (MF) o micro-motricidad involucra el control de los músculos pequeños, en especial aquellos de las manos y los dedos, y permite realizar movimientos precisos y coordinados. Se desarrolla progresivamente y es esencial para actividades que requieren precisión y destreza, como escribir o abrochar botones. Por ejemplo, habilidades: Coger con pinza (usando el pulgar y el índice), dibujar, ensartar cuentas, usar tijeras, otros (Jiménez et al., 2020).

La motricidad gruesa está vinculada al fortalecimiento muscular, la coordinación y el equilibrio (Martínez et al., 2016). Una buena motricidad gruesa permite realizar una variedad de actividades físicas con eficiencia, y son fundamentales para la independencia de un individuo. Caminar, subir escaleras, correr y saltar son acciones que nos permiten desplazarnos, explorar el entorno y realizar tareas cotidianas de manera autónoma. En la niñez, estas actividades sentarán las bases para el aprendizaje de habilidades más complejas en el futuro, como deportes específicos, danza o incluso habilidades laborales que requieran coordinación y fuerza. A medida que los niños dominan nuevas habilidades motoras gruesas, ganan confianza en sus propias capacidades, lo que a su vez puede mejorar su autoestima.

El desarrollo de la motricidad gruesa es el resultado de la interacción de múltiples factores que varían entre individuos y contextos. La maduración del sistema nervioso y muscular es fundamental para el desarrollo de habilidades motoras. Los hitos motores, como rodar, gatear o caminar, suelen aparecer en etapas específicas del desarrollo, siempre que el sistema neuromuscular esté madurando adecuadamente (Castro & Jiménez, 2020).

Un entorno rico en estímulos y oportunidades para moverse y explorar favorece el desarrollo motor. Por ejemplo, un niño que tiene espacio para correr, saltar y jugar tendrá más oportunidades de desarrollar habilidades de motricidad gruesa que un niño con acceso limitado al movimiento (Castro & Jiménez, 2020). También, enfermedades crónicas, malnutrición o problemas de salud durante la infancia pueden afectar el desarrollo motor al interferir con la energía, la fuerza o la coordinación del niño; y algunas habilidades motoras o predisposiciones para ciertas actividades físicas pueden tener un componente genético (Henríquez, 2023).

Al igual que con cualquier habilidad, la práctica es esencial. La repetición y el ensayo constante pueden mejorar la destreza y la coordinación. El apoyo y el aliento de los padres y educadores pueden influir positivamente en el desarrollo motor de un niño. En contraste, la falta de apoyo o una autoimagen negativa puede limitar el desarrollo. Asimismo, influyen factores como el clima, la geografía y la disponibilidad de espacios abiertos o instalaciones deportivas pueden influir en las oportunidades de un niño para desarrollar habilidades de motricidad gruesa. En este sentido, la interacción con otros niños puede ser un factor motivador para el movimiento. Los juegos grupales, por ejemplo, pueden incentivar a un niño a correr, saltar o lanzar.

Es vital reconocer que estos factores no operan de forma aislada; interactúan entre sí, y su impacto en el desarrollo de la motricidad gruesa puede ser complejo y multifacético. La intervención temprana y el apoyo continuo pueden ayudar a garantizar que los niños desarrollen habilidades de motricidad gruesa adecuadas para su edad y capacidades.

La educación inicial juega un papel crucial en el desarrollo motriz de los niños, y los procesos de enseñanza en esta etapa están diseñados para apoyar y potenciar este desarrollo (Sanipatin & Delgado, 2022). Las aulas de educación inicial están diseñadas para ofrecer un entorno enriquecedor que fomente el movimiento y la exploración. Esto incluye espacios seguros y estimulantes, materiales didácticos adecuados a su edad y necesidades, y equipo para el juego activo (Pacheco, 2015).

Autores como Baque (2013), plantean que la etapa preescolar desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la motricidad gruesa de los niños. Esta etapa educativa, que abarca generalmente a niños entre 3 y 6 años, es un período crucial para el desarrollo motor, cognitivo y socioemocional. Por este motivo, las escuelas parvularias deben contar con espacios diseñados para que los niños se muevan libremente, como patios de juegos, salas de actividad física y áreas verdes. Estos espacios son esenciales para que los niños practiquen y desarrollen habilidades motoras gruesas.

A los educadores les corresponde organizar actividades específicas para promover el desarrollo motor, como juegos de correr, saltar, lanzar y atrapar, o incluso clases de baile o gimnasia; integrando el movimiento con el aprendizaje académico. Al tener éxito en actividades motoras en la Educación Inicial, los niños ganan confianza en sus habilidades, lo que puede motivarles a intentar movimientos más complejos o participar en nuevas actividades físicas. La interacción con pares y la guía de educadores capacitados aseguran un desarrollo motor saludable y equilibrado durante estos años formativos.

La función de la educación inicial en el desarrollo motriz es proporcionar un entorno de aprendizaje integral y estimulante que no solo mejore las habilidades motoras de los niños, sino que también integre estas habilidades con el desarrollo cognitivo, emocional y social. Los procesos de enseñanza en esta etapa son clave para establecer una base sólida para el aprendizaje y el desarrollo físico continuo.

En el contexto ecuatoriano, la Constitución de la República del Ecuador (2008), reconoce la educación como un derecho a lo largo de la vida y un deber inexcusable del Estado. Por primera vez, en esta se incluye a la Educación Inicial como parte del Sistema Educativo Nacional. Además, en el Plan Nacional del Buen Vivir (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo-Senplades, 2017), en la política y lineamiento 2.9 del Objetivo No. 2 se plantea: “Garantizar el desarrollo integral de la primera infancia, a niñas y niños menores de 5 años” (p. 140).

El Código de la Niñez y Adolescencia (2003), obliga al Estado a garantizar el acceso efectivo a la educación inicial para niños de cero a cinco años, con programas y proyectos adecuados a sus necesidades culturales. Estos marcos legales reflejan la importancia de la educación inicial en el desarrollo motriz de los niños en Ecuador, subrayando un enfoque integral que considera la salud, nutrición, educación, y cuidado en un contexto de respeto por la diversidad cultural y lingüística.

Además, se evidencia que el Ministerio de Educación del Ecuador (2014) en el “Currículo de Educación Inicial” sobre la caracterización del ámbito expresión corporal y motricidad, enfatiza significativamente el desarrollo integral de los niños de Educación Inicial, destacando la importancia de la motricidad gruesa. Este enfoque reconoce que la motricidad gruesa no es solo una parte fundamental del desarrollo físico, sino también, un componente crucial para el desarrollo general del niño en esta etapa educativa.

Los juegos tradicionales y el desarrollo motriz

La práctica de juegos tradicionales se erige como un componente fundamental en el ámbito del desarrollo motor infantil y, sirve como un vehículo no sólo para la transmisión cultural sino también, para la puesta en práctica de las habilidades motrices fundamentales. Estos juegos arraigados en el folklore y perpetuados por la tradición oral, emergen como herramientas pedagógicas naturales que proporcionan un marco para el desarrollo de capacidades motrices gruesas y finas, esenciales en las etapas iniciales del crecimiento humano.

Desde una perspectiva académica, los juegos tradicionales son valorados por su capacidad intrínseca de amalgamar ejercicio físico con elementos lúdicos y estratégicos (UNESCO, 2005). Los patrones de movimiento, la coordinación y el equilibrio requeridos en dichos juegos son esenciales para el fortalecimiento de habilidades motrices, mientras que la interacción social inherente a estas prácticas promueve el desarrollo socioemocional y cognitivo (Minchala & Morales, 2022). Además, el carácter inclusivo y la adaptabilidad de los juegos tradicionales permiten que sean una fuente rica y diversa de estímulo motriz, accesible a una amplia gama de contextos educativos y socioeconómicos.

Según Moreira (2008), los juegos tradicionales se pueden definir como aquellas actividades lúdicas que se han transmitido de generación en generación, reflejando las costumbres, valores y creencias de una cultura o comunidad específica. Estos juegos se caracterizan por su estructura simple, reglas transmitidas oralmente y, en muchos casos, la ausencia de la necesidad de equipamiento sofisticado.

Considerando las propuestas sobre los tipos de juegos tradicionales (Ardila-Barragán, 2022; Minchala & Morales, 2022; Moreira, 2008), se proponen las siguientes:

La revitalización y adaptación de los juegos tradicionales en el contexto contemporáneo es un ámbito de interés para educadores y profesionales de la salud, ya que representan una forma valiosa y probada de promover el desarrollo integral de los niños. Existe evidencia de los juegos tradicionales y el desarrollo motriz se relacionan en varias dimensiones pedagógicas, psicológicas y fisiológicas que inciden directamente en el crecimiento integral del individuo (Ardila-Barragán, 2022; Minchala & Morales, 2022).

Al involucrar una serie de movimientos corporales se estimulan tanto la motricidad gruesa como la fina. El uso repetitivo de ciertos grupos musculares y la práctica de coordinación mano-ojo se traducen en una mejora de la fuerza, la resistencia, el equilibrio y la agilidad, componentes fundamentales del desarrollo motriz (Minchala & Morales, 2022). Ello proporciona un entorno enriquecedor y multifacético que estimula el crecimiento físico, cognitivo y socioemocional de los niños, a la vez que respeta su cultura y herencia.

Es por ello que el objetivo de la investigación es diseñar una estrategia lúdica basada en los juegos tradicionales para favorecer el desarrollo de la motricidad gruesa en niños de Educación inicial de la Unidad Educativa Fiscal Lodana, cantón Santa Ana. Al integrar el desarrollo motriz grueso con los juegos tradicionales, no solo se está fomentando un aprendizaje significativo y divertido, sino que también se está apoyando el desarrollo integral de los niños y la preservación del patrimonio cultural.

Materiales y métodos

La investigación adoptó un enfoque metodológico mixto, se combinaron métodos cualitativos y cuantitativos para recolectar y analizar datos, ofreciendo una comprensión más completa del fenómeno estudiado; de tipo descriptivo, no experimental centrado en referir las características del fenómeno estudiado tal como ocurre en su entorno natural sin manipular variables y de corte transversal, puesto que los datos fueron recopilados en un único punto en el tiempo (Hernández-Sampieri & Mendoza, 2018).

La población de estudio estuvo compuesta por un total de 39 niños que cursan el nivel inicial II en la Unidad Educativa Fiscal Lodana, ubicada en la parroquia de Lodana del cantón Santa Ana y la docente del área. Se seleccionó una muestra de manera no probabilística e intencional, compuesta por 19 niños del subnivel de educación inicial II, debido que a esta edad los niños deben controlar con mayor facilidad todos los movimientos y desplazamientos de las actividades y ejecuciones que realice durante su día a día (Bautista et al., 2020). Se utilizaron como criterios de selección: los niños comprendidos entre 4 y 5 años de edad; pertenecientes al de Inicial II de la Unidad Educativa Fiscal Lodana.

Entre los métodos teóricos empleados en la investigación se encuentra el método inductivo – deductivo. El método inductivo que comienza con la observación de casos particulares o específicos para luego generalizar conclusiones; y el método deductivo que se realiza a partir de una premisa general o teoría y luego se desplaza hacia observaciones o conclusiones específicas (Hernández-Sampieri & Mendoza, 2018). Ello posibilitó la observación directa de niños participando en actividades lúdicas específicas y la recolección de datos sobre su desempeño motor, a partir de teorías generales sobre el desarrollo de la motricidad gruesa y la importancia del juego en la educación inicial.

El método de análisis-síntesis, que implica la descomposición de sistemas complejos para entenderlos mejor y luego reconstruirlos para obtener una comprensión más profunda o para aplicar este conocimiento de manera práctica Esto hace referencia a que por un lado, el análisis permitió identificar los componentes y las relaciones subyacentes en el desarrollo de motricidad gruesa y, por otro, la síntesis para reconstruir estos elementos en un marco comprensivo para entender mejor las deficiencias identificadas (Hernández-Sampieri & Mendoza, 2018)..

Desde el punto de vista empírico se utilizó la técnica de la observación, cuya finalidad fue realizar un diagnóstico inicial que permitió identificar el nivel actual de desarrollo motor grueso de los niños. Se utilizó como guía de observación el “Test of Gross Motor Development, Second Edition TGMD-2” (Ulrich, 2000), que es una herramienta evaluativa normativa utilizada para medir las habilidades motoras gruesas comunes. En la guía de observación se adaptó a la evaluación de ocho destrezas, contenidas en las dos destrezas evaluadas, en la tabla 1 se muestra la tabulación para cada una de estas habilidades.

Tabla 1 Tabulación del test de desarrollo motor grueso.

Destrezas Evaluadas

Habilidad

Puntuaciones

Habilidades locomotoras

Correr, galopar, salto de un pie, saltar sobre un objeto, salto horizontal, deslizarse

5 x 6:

Puntuación máxima en la destreza

30

Habilidades de Control de Objetos

Atrapar, patear

5 x 2:

Puntuación máxima en la destreza

10

Fuente. Síntesis a partir de la propuesta de Ulrich (2000).

Para evaluar cada habilidad, se consideraron entre 3 y 5 criterios específicos. Los puntajes se calcularon sumando los valores para los criterios respectivos, y luego se convirtieron en puntajes estándar y en un Coeficiente Motor General, utilizando la edad del participante en meses al momento del examen. Para la recopilación de los datos se siguieron instrucciones del Manual del Examinador (Ulrich, 2000), que acompaña el test, para garantizar la precisión en la recopilación de datos. El TGMD-2 es reconocido por su confiabilidad y validez en la evaluación del desarrollo de habilidades motoras gruesas en niños, refleja el grado de similitud entre las habilidades evaluadas, con coeficientes de confiabilidad superiores a 0.8 (Ulrich, 2000).

Adicionalmente, se aplicó una entrevista semiestructurada a los docentes y una encuesta a los padres de familia de Inicial II de la Unidad Educativa Fiscal Lodana, para obtener información sobre sus percepciones y experiencias en relación con el desarrollo motor grueso de sus niños. La encuesta a padres de familia estuvo compuesta por 11 preguntas agrupadas en 4 dimensiones que se midieron en una escala Likert donde 1 significa "Totalmente en desacuerdo" y 5 "Totalmente de acuerdo". La entrevista y la encuesta se sometieron a validación mediante el método de consulta a expertos, que implicó el diseño de instrumentos aplicados a 6 docentes que tienen una formación profesional de magister y doctorado, así como una experticia en el campo de la educación que avalan el dominio en esta importante área.

Los datos recopilados se obtuvieron de manera presencial, mediante visitas periódicas a la institución. El test se aplicó en dos encuentros de una hora, que correspondía al horario de Educación Física de los niños. Una vez desarrollado el instrumento de cada niño, se procedió a pasar los datos a una hoja de cálculo de Microsoft Excel, y se analizaron mediante métodos matemáticos de estadística descriptiva: frecuencia y porcentaje. La entrevista fue realizada con una duración de 15 minutos y los datos se registraron en formato audio para su posterior análisis de contenido. La encuesta se le entregó en formato impreso a los padres de familia. De un total de 38 padres, se tomó una muestra intencional 25, que accedieron a participar voluntariamente.

Resultados

Resultados de la aplicación del test de desarrollo motor grueso

En la tabla 2 se muestran los resultados de la aplicación del test de desarrollo motor grueso, en correspondencia a los valores declarados anteriormente en la tabla 1. Con base a la suma total de la puntuación locomotora y la puntuación de control de objetos, se establecieron rangos de puntuaciones para determinar la frecuencia y el porcentaje de niños ubicados en cada uno de estos rangos.

Tabla 2. Resultados alcanzados por los niños en el test de desarrollo motor grueso.

Puntuaciones

Frecuencia

Puntuación locomotora

Porcentaje %

Puntuaciones

Frecuencia de control de objetos

Porcentaje %

28 a 30

6

31,57

9 a 10

10

52,63

25 a 27

7

36,84

7 a 8

7

36,84

20 a 24

6

31,57

5 a 6

2

10,52

Total

19

100

Total

19

100

Fuente. Elaboración de los autores a partir de los resultados del test de desarrollo motor grueso.

Se evidenció que de los 19 niños objeto de estudio, solamente 6 obtuvieron una puntuación locomotora en un rango alto (28-30), y 10 en control de objetos en el rango (9-10); 7 niños obtuvieron una puntuación media (25-27), en control de objetos 7 niños en el rango (7-8); mientras que 6 niños obtuvieron una puntuación baja (20-24) y 2 en control de objetos en el rango (5-6). Además, se destaca que solamente tres niños coincidieron en tener niveles óptimos de frecuencia de puntuación locomotora (28 a 30) y de frecuencia control de objetos (9 a 10) a la vez; mientras que los demás niños presentan un buen dominio en alguna de las destrezas, pero en la otra tiene un promedio por debajo de la edad establecida según lo indicado en el Manual del Examinador (Ulrich, 2000).

Se aprecia que en general, las puntuaciones locomotoras son más altas que las de control de objetos, lo que puede indicar una mayor habilidad o desarrollo en actividades locomotoras entre los niños evaluados. Para la obtención de un análisis cuantitativo más detallado, especialmente en lo que respecta a comparaciones promedio por género y otras estadísticas relevantes, como indica el manual, en la tabla 3 se realizaron cálculos específicos de los promedios y desviación estándar.

Tabla 3. Tendencia general hacia un mejor desempeño en habilidades locomotoras

Puntuación Locomotora

Control de Objetos

Promedio

Desviación estándar

Promedio

Desviación estándar

Niñas

26.82

2.40

8.09

1.30

Niños

24.00

3.21

8.75

1.04

Fuente. Elaboración de los autores a partir de los resultados del test de desarrollo motor grueso.

Las niñas obtuvieron un promedio más alto (26.82) en comparación con los niños (24.00), lo que indica que, mostraron un mejor desempeño en habilidades locomotoras que los niños. Asimismo, los niños mostraron un promedio más alto (8.75) que las niñas (8.09), evidenciando una ligera ventaja en habilidades relacionadas con el control de objetos.

La desviación estándar para las niñas en la puntuación locomotora es de (2.40), lo que indica una menor variabilidad en sus puntuaciones en comparación con los niños (3.21), denotándose que las habilidades locomotoras de las niñas son más homogéneas que las de los niños.

Resultados del cuestionario de la encuesta aplicada a los padres de familia

Para contrastar los resultados obtenidos con las herramientas anteriores, se aplicó adicionalmente un cuestionario de encuesta a los padres de familia, cuyos resultados se muestran en la tabla 4.

Tabla 4. Respuestas de los padres de familia a la encuesta aplicada.

Preguntas

1

2

3

4

5

f

%

f

%

f

%

f

%

f

%

Conocimiento de las actividades que favorecen el desarrollo de la motricidad gruesa en niños.

0

0

0

0

6

24

8

32

11

44

Criterio de los beneficios de juegos tradicionales en el desarrollo físico de los niños.

0

0

0

0

6

24

4

16

15

60

Los juegos tradicionales fomentan valores culturales importantes en los niños.

0

0

0

0

6

24

10

40

9

36

Criterio con la implementación de una estrategia lúdica basada en juegos tradicionales en la escuela de mi hijo(a).

0

0

0

0

4

16

12

48

9

36

Compromiso de participar en actividades escolares que involucren juegos tradicionales.

0

0

0

0

7

28

9

36

9

36

Contribución de los juegos tradicionales en el desarrollo emocional de los niños.

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0

0

0

6

24

14

56

5

20

Fuente. Elaboración de los autores a partir de los resultados de la encuesta.

Se muestra que la totalidad de las respuestas se encuentran entre las opciones 3; 4 y 5, indicando que los padres están generalmente de acuerdo con la implementación de la estrategia lúdica, y sobre los beneficios de los juegos tradicionales en el desarrollo de la motricidad gruesa en los niños de Educación Inicial.

Resultados de la entrevista a la docente

Los resultados de la entrevista se categorizaron en temas clave que resaltan aspectos importantes sobre el desarrollo motor grueso en la Educación Inicial, según la experiencia y percepciones de la docente, estos se encuentran reflejados en la tabla 5:

Tabla 5. Categorización de los Resultados de la Entrevista.

Categorías

Síntesis de las respuestas

Formación y experiencia docente

Experiencia laboral: 15 años de experiencia, con 8 años en Educación Inicial.

Formación en motricidad: No ha recibido formación específica, aunque el tema se ha abordado en capacitaciones.

Estado del desarrollo motor grueso de los niños

Nivel de desarrollo: Estadio medio, con dificultades en actividades básicas para su edad.

Diferencias observadas: Dificultades en saltar con una pierna, mantener el equilibrio, y atrapar objetos

Actividades y juegos para la motricidad gruesa

Actividades regulares: Salto de cuerda y rayuela.

Juego destacado: Ula ula por su efectividad en el desarrollo motor.

Importancia de los juegos tradicionales

Valoración: Muy importantes para el desarrollo integral.

Ejemplos de los aplicados: La rayuela, Pedro y el Lobo, El Gato y el Ratón, entre otros.

Integración curricular del desarrollo motor grueso

Opinión docente: Fundamental para el desarrollo físico, cognitivo y socioemocional.

Actividades planificadas: Ajustadas a la edad y capacidades de los niños.

Fuente. Elaboración de los autores a partir de los resultados de la entrevista.

La entrevista revela una valoración positiva de la importancia del desarrollo motor grueso en la Educación Inicial, destacando la efectividad de los juegos tradicionales y la necesidad de integrar más actividades lúdicas en las planificaciones. Aunque se enfrentan desafíos, especialmente en coordinación y equilibrio, los logros observados subrayan el impacto positivo de estas actividades en el desarrollo de habilidades motoras básicas. La docente sugiere una mayor inclusión de actividades lúdicas en el horario escolar y mayor colaboración de los padres para optimizar el desarrollo de estas habilidades en casa; Se requiere una educación más integral y participativa que favorezca del desarrollo motor grueso.

Discusión

El análisis de los resultados del test de desarrollo motor grueso, las respuestas a la encuesta aplicada a los padres de familia, y los resultados de la entrevista ofrecen una visión integral del estado del desarrollo motor grueso de los niños que cursan el nivel inicial II en la Unidad Educativa Fiscal Lodana. En tendencia general las niñas mostraron un mejor desempeño en habilidades locomotoras y los niños una ligera ventaja en el control de objetos.

Investigaciones como la de Baque (2013), demostró resultados positivos en la implementación de juegos tradicionales, como estrategia lúdica, donde los niños participantes mostraron mejoras significativas a en habilidades motrices básicas, tales como el equilibrio, la agilidad y la coordinación mano-ojo, lo que subraya la relevancia de incluirlos en programas educativos.

Asimismo, Castro & Jiménez (2020) realizaron un estudio donde se comparó el impacto de los juegos tradicionales frente a las actividades físicas estructuradas convencionales sobre el desarrollo motor en niños preescolares. Los resultados mostraron que los juegos tradicionales, por su naturaleza lúdica y su capacidad para involucrar a los niños en actividades físicas de manera espontánea, tienen un efecto positivo y significativo en el desarrollo de la motricidad gruesa. Este estudio enfatiza la importancia de los juegos tradicionales como un medio efectivo para promover el desarrollo motor integral en la primera infancia.

Las respuestas de la docente y los padres de familia reflejan una valoración positiva sobre los juegos tradicionales para el desarrollo motor grueso y un interés sobre la participación de los niños en estas actividades. Sin embargo, la implementación de estos juegos como estrategia pedagógica es menos frecuente en el aula. La percepción de que los niños se encuentren en un nivel de desarrollo motor "estadio medio" evidencia que aún existen áreas significativas de mejora, particularmente en habilidades como saltar con una pierna, mantener el equilibrio y atrapar objetos.

Ardila-Barragán (2022) resalta los aportes de los juegos tradicionales al desarrollo sociocultural en contextos educativos, lo cual se alinea con los hallazgos de la investigación que destacan la efectividad de estos juegos en el desarrollo de habilidades motoras gruesas. Esto subraya la relevancia cultural y pedagógica de integrar juegos tradicionales en el currículo para fomentar el desarrollo motor y sociocultural de los niños. La docente refuerza la idea de que estos juegos no solamente son divertidos, sino también instrumentales en el desarrollo físico de los niños, así como también la necesidad de capacitar al docente en este ámbito para una aplicación de estrategias efectivas para el desarrollo motor grueso.

Por las bondades que ofrecen los juegos tradicionales se sugiere integrar sistemáticamente en el currículo para el desarrollo de habilidades motoras gruesas específicas, comunicativas y socioafectivas, la identidad y sentido de pertinencia desde temprana edad. En este sentido, Martínez et al. (2016) corroboran que los juegos tradicionales no solo benefician el desarrollo motor grueso sino también aspectos cognitivos y lingüísticos, ofreciendo una educación más holística e integral.

Propuesta de estrategia lúdica basada en los juegos tradicionales para favorecer el desarrollo de la motricidad gruesa en niños de Educación Inicial II de la Unidad Educativa Fiscal Lodana

El abordaje de los problemas identificados, llevó al diseño de una estrategia lúdica basada en los juegos tradicionales tiene como propósito favorecer el desarrollo de la motricidad gruesa en niños de Educación Inicial II de la Unidad Educativa Fiscal Lodana.

Figura 1. Estrategia lúdica basa basada en los juegos tradicionales para favorecer el desarrollo de la motricidad gruesa en niños.

Fuente. Elaboración de los autores

Una estrategia lúdica se refiere a un plan o conjunto de acciones y decisiones diseñadas para alcanzar un objetivo específico. La importancia de su aplicación radica en su capacidad para orientar esfuerzos y recursos hacia el logro de resultados significativos, lo cual permite anticipar desafíos, optimizar el uso de recursos y, adaptarse a cambios en el entorno, lo que asegura que las acciones individuales y colectivas contribuyan de manera coherente y eficiente a la consecución de las metas establecidas (Quiroz, 2019).

La estrategia propuesta se fundamenta en los ámbitos: Filosófico, pedagógico y didáctico, basada en la postura de Piaget (1976) que argumenta la conexión entre las habilidades motoras y la cognición en los primeros años de vida, mientras que Vygotsky (1995) subraya la influencia del entorno social y cultural en el aprendizaje motor. Por otro lado, Bruner (1986) destaca la importancia de las experiencias de aprendizaje activas, siendo esta perspectiva la que más se alinea con el foco de la investigación presente. Estas teorías proporcionan un entendimiento integral del desarrollo infantil, reconociendo la interrelación e influencia mutua del desarrollo motor y cognitivo, moldeados tanto por elementos internos como por el contexto externo.

Desde el marco legal se toma como punto de partida a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2007), que establece la necesidad de implementar en Ecuador programas y proyectos especiales dedicados al mejoramiento o expansión de la atención y educación de la primera infancia (AEPI). En correspondencia, el Ministerio de Educación del Ecuador (2014) plantea en el Currículo de Educación Inicial promover el desarrollo de actividades lúdicas como aspecto esencial del aprendizaje y desarrollo en la infancia. Las orientaciones metodológicas incluyen sugerencias para integrar el juego en el proceso educativo, en un ambiente estimulante para aprendizaje significativo y la creatividad.

Al respecto, la estrategia que se propone por su estructura sistémica, plantea la integración de elementos que son claves en el aprendizaje y el desarrollo motor grueso de los niños. De acuerdo a Posada (2014 se caracteriza por ser:

La propuesta tiene como objetivo fortalecer el desarrollo de la motricidad gruesa en niños de Educación Inicial II de la Unidad Educativa Fiscal Lodana. Consta varias etapas clave para asegurar su efectividad.

A modo de ejemplo en la figura 2 se esquematiza el proceso sistémico para la aplicación de la estrategia mediante los juegos tradicionales, las actividades que se citan son genéricas, no obstante, evidencian su efectividad en el desarrollo motor grueso, así como también la adquisición de habilidades físicas y cognitivas de manera natural y divertida. Se puede apreciar, la integración de cada juego con los diferentes ejes de aprendizaje, las nociones que se desarrollan, el proceso de evaluación y su réplica en el contexto.

Figura 2. Proceso sistémico para la aplicación de la estrategia.

Fuente. Elaboración de los autores

Conclusiones

Los juegos tradicionales son herramientas pedagógicas valiosas para el desarrollo de la motricidad gruesa en niños de Educación Inicial. Su aplicación no solo mejora habilidades físicas como el equilibrio, la coordinación y la agilidad; además, fomenta el aprendizaje social, cognitivo y emocional a través del juego en equipo, la cooperación y la resolución de problemas.

El estudio demostró que existe la necesidad de integrar sistemática y sistémicamente actividades que potencien el desarrollo de habilidades motoras gruesas específicas en el nivel inicial II en la Unidad Educativa Fiscal Lodana; sin duda, los juegos tradicionales son idóneos para lograr este fin.

La estrategia lúdica basada en juegos tradicionales para el desarrollo de la motricidad gruesa en niños del nivel inicial II en la Unidad Educativa Fiscal Lodana, representa una oportunidad significativa lograr un impacto positivo en el desarrollo psicomotor, cognitivo y sociocultural de los infantes.

El criterio de los expertos fue fundamental en el diseño de la propuesta, su experticia les permitió el carácter estimulante de las actividades, la utilización apropiada de recursos y la consecución de los objetivos planteados. Asimismo, se señalaron las actividades planteadas a mediante los juegos tradiciones se constituyen en alternativas metodológicas innovadoras para fortalecer la motricidad gruesa de los niños y su desarrollo integral.

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Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Declaración de responsabilidad de autoría

Los autores del manuscrito señalado, DECLARAMOS que hemos contribuido directamente a su contenido intelectual, así como a la génesis y análisis de sus datos; por lo cual, estamos en condiciones de hacernos públicamente responsable de él y aceptamos que sus nombres figuren en la lista de autores en el orden indicado. Además, hemos cumplido los requisitos éticos de la publicación mencionada, habiendo consultado la Declaración de Ética y mala praxis en la publicación.

Joselyn Evelina Bravo Zambrano y Eleticia Isabel Pinargote Macías: Proceso de revisión de literatura y redacción del artículo.