Maestro y Sociedad e-ISSN 1815-4867

Número Especial Año 2023

Artículo original

Análisis de las dimensiones de la enseñanza en el nivel de posgrado desde la perspectiva de los estudiantes

Analysis of the dimensions of teaching at the postgraduate level from the perspective of the students

Dr. C. Edgar Gómez Bonilla, https://orcid.org/0000-0003-1904-8584

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México

*Autor para correspondencia. email rosendo.gomez@correo.buap.mx

Para citar este artículo: Gómez Bonilla, E. (2023). Análisis de las dimensiones de la enseñanza en el nivel de posgrado desde la perspectiva de los estudiantes. Maestro y Sociedad, (Número Especial), 132-141. https://maestroysociedad.uo.edu.cu

RESUMEN

Este artículo expone el análisis de las dimensiones disciplinar, pedagógica, contextual y estratégica de la docencia que muestra el profesorado en el nivel de posgrado. El estudio pretende recuperar la perspectiva de los estudiantes de tercer semestre respecto a la buena docencia que ejercen los profesores y la tarea de formarlos desde los estudios de la Maestría en Educación Superior (MES), en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Se trata de un estudio cuantitativo, con diseño transversal y alcance descriptivo, pues a partir de la opinión de los estudiantes se revela un perfil docente orientado a la enseñanza. Los resultados del análisis de la encuesta muestran una conformación de 34 atributos que caracterizan la buena docencia la cual está representada en ocho dominios: conducción de contenidos, comunicación docente, planificación y organización del trabajo en el aula, evaluación del aprendizaje, formación del alumno, interacción con los estudiantes, responsabilidad en la enseñanza y ética en la docencia. Los profesores de posgrado presentan fortalezas en los atributos de desempeño disciplinar, pedagógico y estratégico, quedando pendiente por trabajar la dimensión del contexto en el proceso educativo.

Palabras clave: Dimensiones, enseñanza, posgrado, perspectiva.

Abstract

This article exposes the analysis of the disciplinary, pedagogical, contextual, and strategic dimensions of teaching shown by the teaching staff at the postgraduate level. The study aims to recover the perspective of third-semester students regarding the good teaching that teachers exercise and the task of training them from the studies of the Master of Higher Education in the Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). It is a quantitative study, with a cross-sectional design and descriptive scope, because from the opinion of the students, an ideal teaching profile aimed at teaching is revealed. The results from the analysis of the survey show a conformation of 34 attributes that characterize good teaching, which is represented in eight domains: conduction of content, teacher communication, planning and organization of work in the classroom, evaluation of learning, student training, interaction with students, responsibility in teaching and ethics in teaching. Postgraduate teachers present strengths in the performance attributes of the disciplinary, pedagogical, and strategic dimensions, remaining to work on the dimension of the context in the educational process.

Keywords: Dimensions, teaching, postgraduate, perspective.

Recibido: 5/6/2023 Aprobado: 20/8/2023

Introducción

Las condiciones imperantes en el siglo XXI son cada vez más exigentes para el campo educativo, producto del vertiginoso avance de la ciencia y la tecnología en el que las instituciones de nivel Medio Superior y Superior juegan un papel importante, pues el desafío es precisamente enfrentar con certeza las demandas formativas y de aprendizaje de los estudiantes, por ello se concibe que uno de los aspectos de trascendencia en el campo de la educación corresponde a la conformación de los perfiles docentes, con la finalidad de delimitar los parámetros formativos de los alumnos al tratar de responder a las necesidades de aprendizaje que se derivan de los procesos de enseñanza, sobre todo si se considera que “la mayoría de los profesores universitarios alrededor del mundo no tienen ninguna cualificación docente” (Martín, Pineda y Duarte, 2017, p. 27).

El perfil del docente universitario señala un conjunto de desafíos en la labor de enseñanza, pues el profesor, además de ser un experto en su disciplina, debe contar con los elementos didácticos y pedagógicos, que asociados al contexto de trabajo en el aula, deben permitirle “convertirse en guía y mediador de aprendizajes pertinentes para los estudiantes y en supervisor o gestor de las tareas de estudio” (Medina, 2016, p. 17), se trata de promover una enseñanza con alcances de trabajo crítico y reflexivo para transformar la escuela y el entorno social de los estudiantes, por tanto, las instituciones educativas, en la tarea de formar el cuerpo docente que asegure la calidad en la enseñanza, deben diseñar perfiles educativos que incorporen profesionales especializados para impartir determinada asignatura, que tengan los dominios pedagógicos y didácticos que les permitan ser reconocidos y tomados como ejemplo por los propios alumnos.

Tratándose de estudiantes de posgrado en el área de la educación, que están interesados en formalizar una segunda profesión, como complemento a la primera que les otorgó la Universidad al formarse en un campo disciplinar del conocimiento, y al incorporarse al escenario laboral docente, identifican la prioridad de profesionalizar la docencia universitaria que ejercen a nivel de bachillerato o licenciatura. La segunda profesión que busca ser habilitada por el egresado de una licenciatura, y que deriva en la necesidad de cumplir con los requisitos que implica la labor de enseñanza, se deben identificar de manera contextualizada los perfiles docentes que requieren las instituciones educativas que, además de indicar que el docente cumple con el parámetro de estar actualizado en un campo del conocimiento, debe demostrar el manejo de estrategias didácticas y métodos pedagógicos, porque el egresado de un programa del área de educación:

Es el profesional que haciendo uso de las competencias que posee programa acciones específicas en su área de conocimiento, principalmente en el ámbito universitario, aunque no exclusivamente. Paralelamente investiga, tanto para participar en el avance del conocimiento de su área, como para ayudar a mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje que desarrolla habitualmente (Mas y Tejada, 2013, p. 263).

En esta tarea de ejercer la docencia universitaria, es importante preguntarse qué piensan los estudiantes de los profesores, respecto a la forma de enseñar y de dar clases. En esta perspectiva, surge el concepto de buena docencia, la cual se concibe como una acción relevante de la práctica profesional que el profesor debe promover en el aula evidenciando una serie de principios de actuación basados en la vocación, el compromiso y la responsabilidad.

Conceptualización de la buena docencia en el posgrado en Educación

Campbell (2000), Pratt (1997), Shulman (1999) y Gandolfo (1997), argumentan que para el diseño de los perfiles docentes en los contextos educativos, se tendrán que señalar las características específicas que debe poseer el profesor universitario para asegurar que dentro de las aulas de clases estén los mejores maestros, se trata que los especialistas en cada asignatura o campo disciplinar se provean de los recursos didácticos para que desde la enseñanza permita a los estudiantes adquirir los contenidos temáticos de forma significativa, los cuales deben quedar vinculados a la realidad de los aprendizajes de los estudiantes, porque los saberes que caracterizan a una educación de calidad, derivan de la conformación del profesorado como mosaicos de talentos, que priorizan la eficiencia de la enseñanza, para que el alumnado además de ser receptor de conocimientos, participe activamente en la adquisición de los aprendizajes (Trenchs y Cruz, 2012, p.11)

El que un profesor universitario cuente con el perfil docente que propicia la buena enseñanza, parte de recuperar las necesidades formativas de los estudiantes, y se evidencia en la labor profesional como un experto en determinada área del conocimiento, porque se actualiza, capacita y especializa en la disciplina, por tanto es conocedor de la materia, pero además fortalece la enseñanza porque cuenta con los recursos pedagógicos y didácticos para promover los contenidos programáticos que incidan en la formación de los estudiantes al puntualizar en la adquisición de conocimientos, el desarrollo de habilidades y la asunción de actitudes. El buen docente que se concibe desde el perfil de enseñanza que deriva de recuperar las opiniones, perspectivas o comentarios de los estudiantes, comprende que en el trabajo de interacción en el aula debe ser sensible, solidario y cooperativo al buscar el fortalecimiento de la unidad social, cultural, intelectual, afectiva y emocional de los alumnos universitarios, que conlleve a la formación de ciudadanos profesionales que colaboren en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, porque:

una docencia bien organizada facilita la estructuración mental de las ideas por parte del estudiante, (…) pone particular énfasis en la idea de que la estructura es un aspecto clave de cómo las personas aprenden, hasta el punto de que sin ella no existe el conocimiento (Paricio, 2019, p. 59).

En el caso de los estudiantes de posgrado que se forman en el área educativa, se busca que cuando regresen a trabajar en las instituciones se asuman como profesionales de la educación para que ante la diversidad de intereses que manifiesten sus propios alumnos en el aula, actúen desde los principios de la solidaridad y la cooperación. La perspectiva de crear un perfil docente para la MES es trascendente desde la recuperación de las opiniones de los estudiantes con el propósito de saber la forma en que sus profesores los educan y generan el aprendizaje que derivan en experiencias significativas.

Dimensiones y dominios de la enseñanza del perfil docente en el posgrado en Educación

De acuerdo con las consideraciones teóricas y conceptuales del desempeño que presentan los profesores que imparten clases en el Posgrado en Educación Superior, se identifica que desde la docencia se debe promover la apertura de prácticas de enseñanza reflexivas y críticas que derivan de las dimensiones pedagógicas, disciplinares, contextuales y estratégicas que permiten generar en los estudiantes del posgrado en formación una serie de aprendizajes enfocados en la formación de una identidad social para profesionalizar la función docente (tabla 1).

Tabla 1. Delimitación del perfil de enseñanza en posgrado por dimensiones y dominios

Dimensión

Dominio

Disciplinar

• Conducción de los contenidos

Pedagógica

• Comunicación docente

• Planeación y organización del trabajo en el aula

• Evaluación del aprendizaje

Contextual

• Formación del estudiante

• Interacción con los estudiantes

Estratégica

• Responsabilidad en la labor docente

• Ética en la enseñanza

El profesor de nivel de posgrado valora la función de mediador que ejerce para favorecer la obtención de los aprendizajes en los estudiantes, al propiciar en ellos experiencias contextualizadas, ubicadas y situadas a la realidad educativa, para que se les facilite transferir los aspectos teóricos, metodológicos y técnicos de la enseñanza a los escenarios del aula donde particularmente se llevan a cabo las intervenciones didácticas

Dimensión disciplinaria

La dimensión disciplinar en la conformación del perfil docente en el posgrado en Educación Superior, se enfoca en el conocimiento de los contenidos del seminario que conducen a la exposición y conducción de los temas de estudio que son determinados por la experiencia del profesor y que permite a los estudiantes en formación para la docencia vincular los fundamentos teórico-metodológicos con la realidad de las instituciones educativas cuando también ejercen la función de enseñar, ya sea a nivel de bachillerato o licenciatura. Se busca que los alumnos de la maestría, cuando se encuentren en las aulas y trabajen con sus propios alumnos, presenten los contenidos temáticos ejemplificándolos con hechos de la vida cotidiana, que les permita mantener la figura de ser especialistas en el área y faciliten la adquisición de conocimientos presentando diferentes formas de hacer llegar los saberes a los estudiantes.

Los buenos maestros organizan y estudian los contenidos, pues por experiencia saben que así su enseñanza será mejor para los alumnos. Los profesores que actúan de esa manera describen cómo para prepararse, además de revisar los materiales, consultan desde su profesión los aspectos temáticos actuales que se deben presentar en el aula de clases (Mercado y Luna, 2015, p. 51). La dimensión disciplinar determina que el profesor necesita ser especialista en el área, lo que lo lleva a ser conocedor del campo del conocimiento que imparte, el manejo de los contenidos lo convierte en un experto en los temas indicados en el programa del curso, además de que debe actualizarse continuamente para contar con el reconocimiento académico de los estudiantes y los actores educativos de la institución.

Dimensión pedagógica

La dimensión pedagógica en el perfil del buen docente está alineada con el dominio comunicativo de la enseñanza que caracteriza al profesor como un personaje agradable en el desarrollo de las clases, que opta por promover la participación de los estudiantes, así como ser congruente entre lo que dice y hace, fortaleciendo la credibilidad de su enseñanza, mostrando disposición por responder cada una de las interrogantes que se presenten en el aula. Por otra parte, el dominio de las habilidades pedagógicas permite orientar la enseñanza hacia un escenario dinámico, donde la fluidez de sus mensajes desde el lenguaje verbal oral permite obtener el aprecio de los alumnos de que se es un profesor que sabe enseñar, que tiene el conocimiento y la capacidad para utilizar una serie de apoyos y recursos didácticos para poder tener una buena clase, se trata que desde la didáctica y la intervención en los procesos formativos el docente universitario cuente con:

(…) estrategias que le permitan optimizar su proceso de enseñanza y aprendizaje con respecto a sus alumnos. Las actividades didácticas conforman las pequeñas piezas de significado que serán conformantes de las unidades de enseñanza o planeaciones que el docente programará para su clase, (…) para beneficiar su práctica desde un escenario multidisciplinario de aplicación (Cantú y Amaya, 2020, p. 12).

El dominio de la planificación y organización, que realiza el docente desde la dimensión del saber pedagógico, permite proyectar y constituir una enseñanza con referentes de sistematización, estructura y orden en el desarrollo de cada tema que marca el programa de estudio de determinada asignatura. La dimensión pedagógica también se logra practicando los procesos de evaluación de aprendizajes, donde la retroalimentación que los profesores dirigen a los estudiantes permite informar oportunamente sobre los resultados de aprendizaje y adquisición de saberes estratégicos.

Dimensión contextual

El dominio contextual enfocado en la formación de los estudiantes establece que el docente debe tener conocimiento de la escuela y de los escenarios educativos, porque además de procurar que los alumnos aprendan los contenidos, también debe enseñarles a reflexionar. Al relacionar contextualmente los temas con la vida cotidiana, los estudiantes trasladan su aplicación al entorno social de manera significativa para facilitar la adquisición de los saberes. Desde la dinámica contextual el profesor se debe asumir como un sujeto comprensivo consciente de que lo que a veces se enseña no siempre es sencillo, por ello al lograr el dominio referencial en la enseñanza, los docentes universitarios deben ser:

(…) reflexivos y críticos: capaces de desarrollar practicas educativas transformadoras y de impulsar relaciones dialógicas y solidarias; y de convertir el aula en un espacio para la reflexión y el debate; preparados para el trabajo en equipo; dispuestos a construir conocimientos y saberes, teóricos y prácticos, desde la atalaya de la solidaridad; comprometidos con la construcción de un mundo nuevo, más justo y solidario (Palomero, 2006, p. 211).

El dominio de la interacción con los estudiantes también forma parte de la dimensión del conocimiento contextual, y permite lograr el desarrollo integral de los estudiantes a través de la comunicación permanente con los profesores. En la enseñanza la práctica del principio de empatía permite ser flexible en el trato con los alumnos porque los puntos de vista y opiniones siempre deben ser considerados y valorados.

Dimensión estratégica

La dimensión estratégica está relacionada con el dominio de la responsabilidad en la labor docente, que se define como el conocimiento técnico, con el cual los profesores, a través de su profesionalismo, son modelos para imitar en todos los sentidos, como la puntualidad a la entrada y salida de las clases, el compromiso al preparar previamente los contenidos temáticos, así como, ser disciplinado, seguro y preciso en la interacción con los estudiantes, porque los docentes universitarios basan

(…) su práctica profesional en los conocimientos y habilidades aprendidas e intercambiadas con otros compañeros de profesión y en aquello que, de manera subjetiva, se cree dará buenos resultados con sus estudiantes. En la actualidad podemos hablar de una cierta coexistencia entre estos sistemas de práctica profesional que basan su intervención en los conocimientos adquiridos en el ejercicio de su profesión o en intuiciones y aquellos que basan su práctica en la reflexión (Sabán y Sánchez, 2021, p. 209).

El dominio de la ética en el trabajo docente también forma parte de la dimensión estratégica y se enfoca en la enseñanza de las actitudes y los valores en el campo educativo. El respeto y la responsabilidad son considerados como prioritarios para lograr la armonía entre la convivencia de profesores y alumnos. Desde este dominio, el docente se destaca en su labor de enseñanza como un personaje honesto y amable que inspira confianza entre los alumnos y sus propios compañeros docentes, además de ser un promotor de la tolerancia y la igualdad, asumiendo la práctica de la colaboración para que en su conjunto se visualice a un buen docente entusiasmado y motivado por la enseñanza.

Materiales y métodos

La investigación es de carácter cuantitativo con un diseño transversal no experimental, de alcance descriptivo (McMillan y Schumacer, 2011, p. 130). Se consideró un grupo de estudiantes que por tiempo dedicado a la maestría se ubicaban en el tercer semestre del Período Otoño 2021 (agosto-diciembre), se eligió como muestra de estudio no probabilístico a 28 de 56 estudiantes de la Generación 2019, por ser accesibles y representar ciertos referentes característicos para realizar la investigación (McMillan y Schumacer, 2011, p. 140). De la población escogida se identificaron 16 mujeres (57%) y 12 hombres (43%), el rango de edad promedio que presentaron fue de 32.6 años, el estudiante más joven tuvo 26 años y el estudiante mayor ostentó 49 años. El promedio general que registraron los estudiantes de la maestría es de 9.1, esto como indicador numérico de desempeño por calificación obtenida en el trayecto formativo del posgrado.

La encuesta se utilizó como instrumento de investigación para recolectar información en la fase de investigación de campo, se empleó un formato de respuesta abierta, y se les solicitó a los alumnos que registraran 12 atributos de la buena docencia, que a partir de su experiencia en el posgrado identificaron en los profesores que les impartieron clases, contestar el instrumento tomó 10 minutos de tiempo. La encuesta se aplicó a los estudiantes de la MES, del 4 al 8 de octubre de 2021, recuperando un total de 324 atributos de enseñanza. Para definir el perfil docente, se realizaron las siguientes actividades: 1. Se enlistaron los atributos de la buena docencia que proporcionaron los estudiantes de posgrado; 2. Se capturaron y codificaron 192 atributos que fueron registrados por las mujeres y 132 atributos proporcionados por los hombres. 3. Se elaboró una matriz de consistencia en la que se ubicaron los atributos en cuatro dimensiones y ocho dominios de la enseñanza, y 4. Se delimitó el perfil docente en 34 indicadores.

Resultados

La valoración de la docencia a partir de la opinión de los alumnos se concretó en cuatro variables de estudio: dimensión disciplinar, dimensión pedagógica, dimensión contextual y dimensión estratégica. La primera variable de estudio denominada como dimensión disciplinar particulariza en la conducción de los contenidos (71%) como los conocimientos propios con los que cuenta el profesor del posgrado para asegurar la formación de los estudiantes. El dominio de la disciplina se visualiza como el referente profesional que se sustenta en la actualización, capacitación y especialización continua del profesor para profundizar en los contenidos temáticos a impartir (68%). Los saberes de la dimensión disciplinar están identificados por los estudiantes como los aspectos teóricos, conceptuales y metodológicos que al profesor de la MES le pertenecen desde un campo de especialización (79%) en el contexto educativo como: Diseño curricular, Planeación, Evaluación, Docencia universitaria, Políticas educativas, Filosofía y Epistemología, Género e Historia, para favorecer una enseñanza puntual y precisa que asegure la formación profesionalizante en el estudiante (tabla 2).

Tabla 2. Dimensión disciplinar en los profesores de posgrado.

Dominios

Atributos

%

Lugar lista perfil

Conducción de los contenidos

Se actualiza constantemente en el área de educación

68

19 de 34

Muestra conocimiento en el área de educación

71

11 de 34

Domina los contenidos del seminario que imparte

79

9 de 34

Cuenta con la formación pedagógica

64

22 de 34

El perfil de buena docencia que caracterizan los alumnos desde su perspectiva, que debe presentar el profesorado de la maestría se delimita en la comunicación docente, la planificación y organización del trabajo en el aula, y la evaluación de los aprendizajes. La organización de la enseñanza, es el dominio didáctico que se ubica como el plan de trabajo que considera el diseño de las actividades de enseñanza-aprendizaje, con lo cual se determina la capacidad del profesor en el posgrado para delimitar la planificación y desarrollo de las clases (64%), el manejo de las técnicas didácticas que faciliten el aprendizaje (79%), la disposición para transferir los aprendizajes (68%), ser creativos en el diseño de situaciones didácticas (57%), así como tener las habilidades pedagógicas para hacer la clase interactiva (68%).

La comunicación docente se registra como el dominio de expresión lingüística en la enseñanza, proceso relevante que activa el diálogo permanente entre estudiantes y profesores, que procura asegurar la fluidez en la explicación de los contenidos de los cursos, así como escuchar asertivamente (71%) a los estudiantes generando entornos de confianza. En cuanto a la evaluación de los aprendizajes, se señala que los procesos de acreditación y otorgamiento de notas o calificaciones deben abordarse con base en el manejo de aspectos técnicos, conceptuales, metodológicos y éticos al momento de verificar la etapa de formación docente de los estudiantes de la MES, asegurándose que el profesorado sea justo al evaluar (89%) y proporcionar retroalimentación (89%) sobre el aprendizaje en busca de la mejora educativa (tabla 3).

Tabla 3. Dimensión pedagógica en el perfil de enseñanza en la MES

Dominios

Atributos

%

Lugar lista perfil

Comunicación docente

Comunica con fluidez los contenidos del seminario

64

23 de 34

Escucha asertivamente a los estudiantes

71

16 de 34

Genera ambientes de confianza permitiendo la libre expresión

86

4 de 34

Planeación y organización del trabajo en el aula

Es organizado en la planificación de sus clases

64

21 de 34

Maneja técnicas de enseñanza que facilitan el aprendizaje del seminario

79

8 de 34

Tiene la facilidad para transferir los aprendizajes

68

17 de 34

Es creativo en el diseño de situaciones didácticas

57

28 de 34

Cuenta con las aptitudes pedagógicas para hacer interactiva la clase

68

18 de 34

Evaluación del aprendizaje

Es justo al evaluar

89

2 de 34

Brinda retroalimentación de los aprendizajes para la búsqueda de la mejora

89

3 de 34

En la dimensión del conocimiento contextual se ubican los dominios de formación del estudiante de posgrado, en esta dimensión se integran los aspectos de interacción que el profesor de la maestría propicia, especialmente en el aula, para favorecer el aprendizaje significativo, a partir de ambientar un clima de armonía (57%), trabajar colaborativamente (61%), innovar para generar el aprendizaje (54%), resolver situaciones de conflicto (50%), promover la equidad en la fase de diálogo (71%) abrirse a recibir comentarios y resolver dudas, así como promover la participación en el aula. Desde la dimensión contextual, se busca brindar el mismo nivel de educación a todos, conducir el ritmo de competencia cognitiva y procurar que cada alumno reciba la educación que le permita explotar su potencial (López, 2021, p. 54). Con respecto a la formación del estudiante se delimitan una serie de procesos que buscan desarrollar armónicamente los espacios de aprendizaje en el posgrado basados en la comprensión de las necesidades educativas de los alumnos (62%), ser prácticos para favorecer la formación profesional docente (46%), motivar a los alumnos en su etapa de formación y ser flexibles (54%) en la solicitud de productos que demuestren la adquisición de aprendizajes (tabla 4).

Tabla 4. Dimensión contextual que presentan profesores de la MES.

Dominios

Atributos

%

Lugar Lista perfil

Formación del estudiante

Comprende las necesidades educativas del alumno

62

25 de 34

Es práctico para favorecer la formación educativa profesional en el posgrado

46

34 de 34

Motiva en su formación a los estudiantes del posgrado

61

26 de 34

Es flexible en las solicitudes de productos para demostrar la adquisición de los aprendizajes

54

32 de 34

Interacción con los estudiantes

Logra propiciar un clima armónico dentro del aula

57

27 de 34

Trabaja de manera colaborativa con los estudiantes

61

24 de 34

Es innovador para propiciar los aprendizajes virtuales

54

30 de 34

Es mediador porque sabe resolver situaciones de conflicto en el aula

50

33 de 34

Sabe promover la equidad en la fase de interacción con los estudiantes

54

31 de 34

Da la apertura para recibir los comentarios y atender las dudas de los estudiantes.

71

13 de 34

Sabe interactuar con los estudiantes

64

20 de 34

Propicia la contribución de los alumnos en el salón de clase

82

5 de 34

La dimensión docente del saber estratégico se concentra en el dominio del trabajo de enseñanza en el que se delimitan las posiciones para el análisis de los niveles de logro y desempeños del profesor de posgrado, por lo que se reconocen los principios que justifican la práctica a partir de ser responsables (71%) con compromiso en el acto de la enseñanza, mostrar una actitud asertiva (71%), ser congruentes con la práctica docente (75%), así como, tener la experiencia para impartir clases (57%). Mientras que, en la ética en el trabajo docente, se referencian la forma en que los profesores actúan desde el principio del respeto hacia los estudiantes y el profesorado del posgrado (89%), el ejercicio de la profesión con vocación (75%), así como, ser consciente (82%) que desde la enseñanza se debe ser ejemplo de principios y valores educativos (tabla 5).

Tabla 5. Dimensión estratégica en el perfil de enseñanza en la MES

Dominios

Atributos

%

Lugar Lista perfil

Responsabilidad en la labor docente

Es responsable en el ejercicio docente

71

14 de 34

Muestra una actitud asertiva con cada uno de los estudiantes que conforman el grupo de estudios

71

15 de 34

Es congruente en su práctica docente

75

12 de 34

Tiene la experiencia para impartir clases en posgrado

57

29 de 34

Ética en el trabajo docente

Evidencia ética profesional en su trabajo docente

82

6 de 34

Genera el respeto hacia los estudiantes y el profesorado del posgrado

89

1 de 34

Ejerce su profesión con vocación

75

10 de 34

Es consciente que debe ser ejemplo de principios y valores educativos

82

7 de 34

Discusión

Recuperando las opiniones de los estudiantes respecto al desempeño que observan de los docentes de la MES, quienes tienen la tarea de formarlos profesionalmente, se identifica que el promedio de desempeño de los atributos en la enseñanza se ubican en un 71%, donde se registra que la dimensión pedagógica (77%) y la dimensión estratégica (76%) son las que presentan mayores fortalezas, ubicando que los procesos de enseñanza y las estrategias didácticas cumplen con los requisitos que permiten a los estudiantes de posgrado fortalecer su formación para el trabajo en el aula que en un corto plazo dirigirán con sus propios alumnos (gráfico 1).

Gráfico 1. Porcentajes de desempeño de la buena docencia por dimensiones.

Fuente: Elaboración propia.

En el caso de la dimensión disciplinar, los estudiantes reconocen que existe conocimiento sobre los seminarios que imparten los profesores del posgrado, pero es necesario que se actualicen en las tendencias contemporáneas que rigen a los contenidos disciplinares que imparten. La dimensión que aparece como parte de las áreas de oportunidad del profesorado de la Maestría se ubica en el campo contextual, particularmente en la fase de la interacción que enfocada en la dimensión afectiva y emocional, es de los dominios que el profesorado debe atender con más detalle, ya que se ubica que el porcentaje de aceptación por parte de los estudiantes es del 51%.

A partir de la docencia que ejercen los profesores de posgrado, los estudiantes indican que les gustaría observar prácticas de enseñanza que se basen en los principios de comprensión, motivación, flexibilidad, armonía, colaboración, mediación, apertura y participación. Los estudiantes, a su juicio, han destacado que cuando se forman en la maestría, requieren que los profesores además de demostrar que cuentan con los conocimientos disciplinares, deben sumar los conocimientos pedagógicos, contextuales y estratégicos, porque cuando se integran emergen los principios éticos, de apostolado vocacional y humanístico, como piezas clave para la conformación de la profesión docente. Por ello, se debe propiciar un perfil de enseñanza que armonice los conocimientos, habilidades y valores para que los profesores interactúen favorablemente con los estudiantes de la MES.

Hablamos de que el docente, de forma colaborativa debe realizar un giro significativo desde diferentes puntos de vista (pedagógico, epistemológico y psicosocial), en el que haga indispensable la búsqueda de nuevas estrategias docentes, así como de nuevas alternativas que tomen en consideración los principios de creatividad, calidad, competencia y colaboración que propugnan, en busca de un nuevo modelo de sociedad (López, 2016, p. 16).

Es necesario generar la formación profesional en el área educativa de los estudiantes de posgrado, entendiendo que su función central como enseñantes es orientar las acciones constructivas del aprendizaje, a partir de la mediación y el apoyo didáctico para lograr una preparación en la docencia que permita tener un desempeño óptimo en el ámbito laboral porque se cuentan con los dominios de autorregulación, expresión y comunicación, pensamiento crítico y autonomía.

Con el fin de fortalecer el perfil docente en el posgrado en Educación Superior que brinde un parámetro de formación más sólido en los estudiantes, se identifica que a partir del conocimiento disciplinar los docentes de la maestría deben resaltar los aspectos claves de los seminarios y contenidos educativos a ser estudiados y enseñados, especialmente aquellos relacionados con la situación docente que viven cotidianamente. Cabe señalar que la profesionalización docente debe articular los dominios de la disciplina y la pedagogía, donde el profesor de posgrado sea capaz de posicionarse frente a los retos que activa la docencia, procurando siempre motivar a los estudiantes en formación para que comprendan las ventajas e importancia de dominar en profundidad los procesos educativos.

Para el conocimiento contextual se debe favorecer la intuición volitiva en los estudiantes a través de una enseñanza que exponga los contenidos por transferencia, fomentando permanentemente el trabajo colaborativo. En la dimensión estratégica, es importante que los docentes del posgrado consoliden las competencias de enseñanza universitaria que les permitan estructurar los contenidos de tal forma que los temas específicos aseguren continuidad, comprensión, así como, que a partir de la experiencia formativa que reciben los alumnos asuman con certeza las herramientas profesionalizantes que les permitan desde la educación, tener un desempeño favorable en el rol de docentes, investigadores, asesores, analistas, diseñadores, planificadores, evaluadores y gestores.

Conclusiones

El ejercicio de la docencia universitaria que se deriva del diseño de perfiles docentes se fundamenta en el principio de profesionalización, que permite vincular los saberes de la disciplina con los saberes pedagógicos, para asegurar la adquisición de los aprendizajes de los estudiantes mediante la comprensión del contexto que determina la interacción en el aula, así como la movilización de diversas estrategias pedagógicas con sentido de vocación y responsabilidad. La docencia universitaria está anclada en la doble necesidad de formarse, por un lado, en el campo de conocimiento de la disciplina de origen, por otro, en lo que requiere la formación para la enseñanza (Pineda, 2013, p. 81).

El análisis de la docencia a partir de la opinión de los estudiantes de la MES, como ejercicio de reflexión, permite delimitar un perfil contextualizado para la enseñanza. Identificando que los profesores que imparten clases muestran fortalezas en su labor docente derivadas del dominio de los saberes disciplinares y pedagógicos, las cuales repercuten en el desempeño que muestran en el trabajo de aula. Por otro lado, los atributos de la docencia basados en la interacción con los estudiantes, es una estrategia relevante que los profesores deben practicar para asegurar un perfil de enseñanza que garantice el reconocimiento de los alumnos considerando que existe una buena docencia en la maestría, porque en la medida en que la valoración de la enseñanza es motivo de análisis desde la opinión de los estudiantes, se asegura la delimitación de un perfil docente de trascendencia y con sentido de pertinencia.

La buena docencia se piensa desde la MES a partir del desempeño que ejercen los propios profesores quienes articulan un conjunto de dimensiones basados en saberes disciplinares, pedagógicos, contextuales y estratégicos. El análisis de las dimensiones de la docencia en el nivel de posgrado que resultó de la opinión de los estudiantes permite definir un perfil docente conformado por 34 atributos:

a) Dimensión Disciplinar: Domina los contenidos del seminario que imparte, muestra conocimiento en el área de educación, se actualiza constantemente en el área de educación y cuenta con la formación pedagógica.

b) Dimensión Pedagógica: Es justo al evaluar, brinda retroalimentación de los aprendizajes para la búsqueda de la mejora, genera ambientes de confianza permitiendo la libre expresión, maneja técnicas de enseñanza que facilitan el aprendizaje del seminario, escucha asertivamente a los estudiantes, tiene la disposición para transferir los aprendizajes, cuenta con las aptitudes pedagógicas para hacer interactiva la clase, es organizado en la planificación de los contenidos temáticos, comunica con fluidez los contenidos del seminario y es creativo en el diseño de situaciones didácticas.

c) Dimensión Contextual: Promueve la participación de los estudiantes en el aula, da la apertura para recibir los comentarios y atender las dudas, sabe interactuar, trabaja de manera colaborativa, comprende las necesidades educativas del estudiantado, motiva en la formación a los estudiantes del posgrado, logra propiciar un clima armónico dentro del aula, es innovador al propiciar los aprendizajes virtuales, sabe promover la equidad en la fase de interacción con los estudiantes, es flexible en las solicitudes de productos para demostrar la adquisición de los aprendizajes, es mediador porque sabe resolver situaciones de conflicto en el aula y es práctico para favorecer la formación educativa profesional en el posgrado.

d) Dimensión Estratégica: Genera el respeto hacia los estudiantes y el profesorado, evidencia ética profesional en el trabajo docente, ejerce la profesión con vocación, es congruente en la práctica de enseñanza, es responsable en el ejercicio docente, muestra una actitud asertiva con los alumnos y tiene la experiencia para impartir clases en posgrado.

Pensar en la buena docencia es una categoría que aproxima a la conformación de los perfiles de enseñanza, que en su diseño indican que deben delimitarse a partir de recuperar las opiniones de los estudiantes como mecanismo que permita reflexionar sobre los procesos de planificación, dosificación, gestión de tiempos pedagógicos, diseño de estrategias didácticas y de evaluación. Recuperar la perspectiva de los estudiantes para entender cómo se debe enseñar y diseñar los perfiles docentes, es una herramienta que brinda certeza porque al adentrarse e en la realidad educativa aumenta la consideración que la docencia cuenta con el reconocimiento de la misma sociedad.

Referencias bibliográficas

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Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.