Maestro y Sociedad e-ISSN 1815-4867
Volumen 20 Número 3 Año 2023
Artículo original
La motivación profesional pedagógica en las futuras educadoras de la primera infancia
The professional pedagogic motivation in the educating reversions of the first infancy
MSc. Ada Aurelia Hernández Formoso*, https://orcid.org/0000-0003-2555-7940
MSc. Katiuska Rodríguez Leyva, https://orcid.org/0000-0001-8131-2089
Escuela Pedagógica Floro Regino Pérez Díaz de Santiago de Cuba, Cuba
*Autor para correspondencia. email adaaureliah@gmail.com
Para citar este artículo: Hernández Formoso, A. A. y Rodríguez Leyva, K. (2023). La motivación profesional pedagógica en las futuras educadoras de la primera infancia. Maestro y Sociedad, 20(3), 568-573. https://maestroysociedad.uo.edu.cu
RESUMEN
Introducción: En la práctica educativa se constatan insuficiencias en el proceso de motivación profesional hacia las carreras pedagógicas, en ello incide tanto la labor de la escuela como de las demás agencias socializadoras con que esta interactúa. El artículo tiene como objetivo socializar los resultados alcanzados en la realización de un sistema de tareas para contribuir a la motivación profesional pedagógica de las estudiantes del primer año de la especialidad Educador de la Primera Infancia. Materiales y métodos: Para el diagnóstico se consideró como población 129 estudiantes y una muestra de manera intencional de 32 estudiantes por ser los que más problemas presenta en base a su motivación, usando los siguientes métodos la observación y entrevista. Resultados: Los resultados del diagnóstico realizado demuestran que los estudiantes de la especialidad Educador de la Primera Infancia presentan baja motivación hacia el aprendizaje, así como las limitaciones de los profesores para la orientación educativa oportuna a estas incidencias educativas. Discusión: La formación de Educador de la Primera Infancia es objeto de continuos cambios contextualizados las necesidades de la sociedad actual. Conclusiones: El desempeño de algunos docentes se amplió hacia otras esferas del trabajo educacional, fundamentalmente a la investigación pedagógica y a la labor de orientación educativa en el centro, para lo cual se introdujeron algunas modificaciones en los requisitos de ingreso.
Palabras clave: agencias socializadoras, carreras pedagógicas, proceso de motivación profesional pedagógica, Educador de la Primera Infancia.
Abstract
Introduction: In educational practice there are insufficiencies in the process of professional motivation towards pedagogical careers, this is affected by both the work of the school and the other socializing agencies with which it interacts. The article aims to socialize the results achieved in carrying out a system of tasks to contribute to the professional pedagogical motivation of the first year students of the Early Childhood Educator specialty. Materials and methods: For the diagnosis, 129 students and an intentional sample of 32 students were considered as the population because they are the ones with the most problems based on their motivation, using the following methods: observation and interview. Results: The results of the diagnosis carried out show that the students of the Early Childhood Educator specialty present low motivation towards learning, as well as the limitations of the teachers for the opportune educational orientation to these educational incidents. Discussion: Early Childhood Educator training is subject to continuous changes contextualized to the needs of today's society. Conclusions: The performance of some teachers was extended to other spheres of educational work, fundamentally to pedagogical research and educational guidance work in the center, for which some modifications were introduced in the entrance requirements.
Key words: socializing agencies, pedagogical careers, pedagogical professional motivation process, Early Childhood Educator.
Recibido: 26/11/2022 Aprobado: 18/2/2023
Introducción
La educación es la principal vía que garantiza el futuro de la humanidad. Le corresponde la formación de un hombre capaz de llevar adelante el desarrollo social de manera sostenible para enfrentar los grandes desafíos que hoy amenazan a la humanidad; en tal sentido, es preciso promover los cambios necesarios para lograrlo. Ello implica que debe ser, además de meta, instrumento para su propia consecución, “a fin de que cada persona, durante toda su vida, pueda aprovechar al máximo un contexto educativo en constante enriquecimiento” (Delors, 1996, p. 14).
Desde el triunfo de la Revolución, en Cuba se le dedica el máximo de esfuerzos a la labor educativa, lo cual constituye para el estado una política permanente de trabajo. La base del sistema educacional cubano son sus maestros y profesores; a estos corresponde el papel protagónico en orientar la educación de las nuevas generaciones; por tal motivo a la formación de dichos profesionales se le concede una prioridad irrevocable en el desarrollo de la sociedad, al respecto Castro (1962) apuntó: Y la Revolución le ha dado una importancia extraordinaria y especial a la formación de maestros y de profesores. Le presta más atención a la formación de esos cuadros educacionales que a ninguna otra cosa, porque la Revolución considera que, en la base de todo el esfuerzo revolucionario, ha de estar la educación, y que el trabajo más honroso y más útil que puede desempeñar cualquier ciudadano en nuestro país es enseñar (p. 4).
La aspiración fundamental de las Escuelas Pedagógicas es: “Formar un educador preparado para dirigir con calidad el proceso educativo en las instituciones de los niveles básicos de educación, en el que integren contenidos teóricos y prácticos para el ejercicio de la profesión” (Colectivo de autores, 2013, pp. 215-254). De ahí la importancia de desarrollar un proceso de formación profesional del educador de la primera infancia que revele, de la manera más fiel posible, el seguimiento a las exigencias sociales de su tiempo; que cada vez tenga mayor calidad, apreciable esencialmente en los propios resultados de dicho proceso. Se impone la necesidad de transformar la formación de los nuevos profesionales de la educación, de manera que sean pedagogos que respondan a las demandas de la sociedad para la cual se forman y egresen con la calidad que esta exige.
La formación, como categoría fundamental, ha sido estudiada por diferentes autores; algunos, como Álvarez (1999), Fuentes (2002), Horruitiner (2009, 2011), León, Reiné, Aguilar (2019) y Carbonell, León, Reiné, Aguilar (2019) coinciden en determinar las dimensiones o funciones del proceso de formación profesional como instructiva, educativa y desarrolladora, lo cual propende a una formación integral. Son disímiles las investigaciones desarrolladas sobre la formación profesional del profesor en Cuba. Cabe mencionar algunos autores de la última década, entre ellos se encuentran Velázquez (2006) que abordó el aprendizaje reflexivo, Martínez (2007) que investigó sobre la competencia tutoral, Varona (2019) quien irrumpió en la formación de la autoestima profesional pedagógica, asimismo Cossío (2012) que se adentró en la educación moral, Mayet (2012), cuyo estudio versó sobre el proyecto de vida profesional. Por su parte, Viamontes (2013), Carvajal (2013) y Mulet (2013) se ocuparon de la formación de actitudes, competencias informacionales y el desarrollo de habilidades profesionales pedagógicas respectivamente, también Acosta (2016) incursionó en este tópico desde el particular de la evaluación integradora.
Resulta incuestionable la importancia de las anteriores investigaciones, aportan diferentes miradas con puntos de encuentro que defienden un proceso cualitativamente superior. Esto les concede estatus de obligatoria consulta si de conocimientos antecedentes se trata. Sin embargo, la autora de la presente investigación insiste en la necesidad de una formación integral, esta sería posible con la sistematización consciente de un proceso que dinamice tal pretensión, ya que dichos estudios no resultan totalmente interconectados dentro del proceso de formación profesional del educador de la primera infancia en aras de dicha formación integral. La investigación permitió caracterizar la motivación en estudiantes del primer de la especialidad Educador de la Primera Infancia, se evidencia un limitado desarrollo en la motivación profesional, donde los componentes auto valorativo y proyección futura presentaron las mayores carencias afectivo resultó ser el criterio más discriminatorio, se recomienda la participación de profesores y padres en una estrategia de orientación profesional en correspondencia con las necesidades profesional.
Se define entonces como objetivo de la investigación: Proponer una estrategia pedagógica sustentada en un modelo de similar naturaleza, que revele las particularidades científico-metodológicas de la motivación profesional pedagógica en la formación profesional del educador de la primera infancia.
Materiales y métodos
Para el diagnóstico se consideró como población 129 estudiantes y una muestra de manera intencional de 32 estudiantes por ser los que más problemas presenta en base a su motivación, usando los siguientes métodos la observación y entrevista. Para su realización se tomaron en cuenta los siguientes indicadores:
-Competencia manifiesta en la orientación a los problemas de aprendizaje en la especialidad.
-Vías o formas de actualización y superación de los profesores y el colectivo pedagógico.
El criterio de selección de la población y muestra fue intencional: La población la integran 129 estudiantes de primer como muestra 32 estudiantes por demostrar poco interés hacia la profesión.
Como métodos, en función del desarrollo de la investigación, fueron utilizados los del nivel teórico, análisis-síntesis, inducción-deducción, sistémico estructural funcional para revelar las particularidades científico-metodológicas de la motivación profesional pedagógica en la formación profesional del educador de la primera infancia. Por otro lado, los métodos empíricos, posibilitó a los autores asumir el empleo de diferentes técnicas de investigación de las ciencias pedagógicas, según las características de la investigación realizada, observación, encuesta, entrevistas: a directivos, docentes y especialistas con la finalidad de demostrar las vías para potenciar la motivación profesional pedagógica en las estudiantes de la Especialidad Educador de la Primera Infancia, significando los aportes educativos de diferentes autores. Finalmente, el método estadístico-matemático y análisis descriptivo posibilitó conocer cuán organizados, ordenados, estaban los datos obtenidos luego de la aplicación de los diferentes instrumentos, permitiendo su consecuente procesamiento, tabulación y análisis.
Resultados
En la entrevista realizada en los profesores y especialistas en la especialidad, se pudo constatar que el mayor problema se centra en que los docentes no le dan salida en los proyectos educativos existente como parte de involucrar a los estudiantes en el proceso. El desempeño de los profesores en la orientación a los problemas de aprendizaje es insuficiente y no logra niveles ópticos en los estudiantes.
El 43,2 % de los estudiantes muestra expectativas futuras contradictorias con las actitudes que manifiestan hacia el aprendizaje. Las estudiantes mostraron dominio teórico-instrumental, fundamentalmente en lo psicológico, no tanto así en lo pedagógico, lo que constituye una de sus limitaciones fundamentales. Limitaciones de los profesores para la orientación educativa oportuna a estas incidencias educativas; 15 estudiantes valoran y reconocen que su actitud ante el aprendizaje no es de la mejor aunque expresan su compromiso en poder mejorarla durante las actividades que se van desarrollan en el entorno educativo.
Discusión
El estudio de la motivación debe estar orientado a resolver los problemas del funcionamiento académico que influyen en los resultado del proceso de enseñanza-aprendizaje dirigido a promover el desarrollo integral de la personalidad del estudiante potenciar capacitar para realizar aprendizajes a lo largo de toda su vida. En la formación de un profesional de la educación, es imprescindible la elevación de los niveles de exigencia del código de ética profesional del docente y en particular, el rescate de la dimensión ética de su profesionalidad, en estos tiempos difíciles se pone a prueba el caudal de reservas morales que mueven a los maestros en su labor. En la actualidad, todavía se observa el pobre sentido de responsabilidad que tiene los profesores en base del trabajo que desarrollan sobre todo aquellos que dirigen el proceso con responsabilidad, urge la necesidad de actuar con acciones preventivas para garantizar la efectividad de la enseñanza-aprendizaje.
En las últimas décadas, las investigaciones en el campo educativo se han dirigido al proceso de aprendizaje, resulta apremiante no la acumulación de conocimientos, sino cómo adquirirlos y emplearlos en la práctica, es decir el conocimiento integrado a la práctica como realidad que lo enriquece y premisa para el desarrollo de las competencias. González (1995), quien tiene puntos de contacto con la teoría de Rubinstein y asume que la motivación es la compleja integración de procesos psíquicos que efectúa la regulación inductora del comportamiento, pues determina la dirección (hacia el objeto-meta buscado o el objeto evitado), la intensidad y el sentido (de aproximación-evitación) del comportamiento. La motivación profesional y los problemas concernientes a la elección de la profesión adquieren relevancia dada la necesidad de formar profesionales de elevada calidad que participen activamente en el desarrollo político, económico y social del país. A pesar de los esfuerzos realizados por la comunidad científica en torno a la motivación, aún se carece de una teoría que sea de aceptación general y, del mismo modo, todavía no se ha logrado profundizar lo suficiente en su grado de determinación con respecto al aprendizaje y la relación establecida en cuanto a las actitudes que manifiestan los estudiantes.
En la actualidad, se han creado condiciones favorables para conducir un proceso educativo con mayor calidad, influenciado esencialmente por la disminución de la matrícula por grupo escolar y la utilización de la tecnología educativa, la que constituye un valioso instrumento para el desarrollo del proceso formativo motivacional, caracterizado en lo esencial por las relaciones que se establecen entre el docente y el estudiante por el intercambio de saberes. Este es un aspecto distintivo con relación a la motivación del estudiante al enfrentar su entorno formativo que carece de una atención profesional y seguimiento desde la formación inicial.
Las ideas expuestas reafirman la intencionalidad de las transformaciones para la formación del estudiante reflexivo, crítico e independiente que se convierta en sujeto activo y protagónico, con profundos sentimientos, amor a la profesión, donde sus intereses profesionales correspondan con el comportamiento académico influyendo en los que pueda ser sus logros en el proceso de formación. A pesar de dicho propósito, es válido considerar que en la realidad cubana actual, se manifiestan diversos factores que indistintamente interfieren en la calidad de los resultados en el proceso educativo e influyen de forma adversa en la formación integral del estudiante lo que conduce a perfeccionar no solo el trabajo educativo que se realiza en la institución y fortalecer lo relacionado con el progreso. La orientación profesional pedagógica es un tipo especial de orientación profesional que siendo un proceso sistemático y planificado de ayuda especializada, está dirigida a que los alumnos aprendan a conocerse a sí mismos, a explorar las oportunidades pedagógicas y a tomar decisiones profesionales que sustenten sus proyectos profesionales pedagógicos” (Otero, 2001).
La práctica laboral permanente aporta un contenido profesional y tiene sus requerimientos metodológicos como proceso formativo profesional. Álvarez (2001) precisa su importancia para el proceso pedagógico y define que el objetivo es laboral, si la habilidad generalizadora es laboral, si se identifica con uno de los modos de actuación del egresado, el contenido es laboral; si los conocimientos y habilidades de la actividad del egresado y el método son laborales, si considera lo que el alumno hace o aprende a hacer, lo que hará después y lo investigativo como laboral representa el modo de enfrentarse a los problemas y resolverlos. Otras lecturas sobre esta problemática se reflejan en los trabajos de autores como Livina (1996), Campistrous y Rizo (1996), Martínez (1998) que enfatizan su papel en el desarrollo de la flexibilidad del pensamiento, la autonomía y el autodesarrollo del propio sujeto en su actividad. El aprendizaje cristaliza la dialéctica entre lo histórico social y lo individual, por tal motivo los procesos motivación deben de estar activos en todo que hacer profesional durante la formación integral.
En el proceso de orientación es donde se conciben el carácter dinamizador de la motivación para su éxito, es imprescindible la comunicación referido a la comunicación como proceso mediante el cual transcurre el aprendizaje Vygotsky planteó que estas no responden a la línea de la evolución biológica, sino que son el resultado de la asimilación de los productos de la cultura, les da solo a partir del contacto entre los hombres.
Las investigaciones realizadas en la especialidad de Educador de la Primera Infancia demuestran que la mayoría de los estudiantes presentan bajo nivel de esfuerzo hacia el aprendizaje, no presentan daños en su capacidad de rendimiento intelectual, el medio familiar influye de manera directa o indirecta en su conducta, lo cual confirma que las situaciones conflictivas que de forma individual se manifiestan en el estudiante, siempre están acompañadas de un ambiente social conflictivo, el trabajo de orientación educativa y seguimiento durante la formación de este profesional incidiendo en los procesos motivacionales que se van desarrollando con todas estas acciones de acompañamiento en todo el proceso formativo.
Cuando el docente trabaja en la transformación del mundo interno del estudiante, se encuentra con una diversidad de problemas que no debe de olvidar tales como: vencer las resistencias que presentan por medida de la influencia pedagógica; unir la acción conjunta de los docentes, padres y colegas, neutralizar las influencias nocivas que propician dificultades en el aprendizaje. No hay dudas que el proceso de enseñanza aprendizaje llega a ser más afectivo si se realiza con un alto nivel científico-metodológico con los estudiantes y los avances de la pedagogía y la psicología contemporánea permiten una rápida orientación en el mundo Interior del sujeto, su estado de ánimo, prever su conducta y dirigir su actividad académica.
En la encuesta hacia los estudiantes del primer año, se pudo constatar que el mayor problema se centra en desmotivación hacia la carrera, se evidencia que el nivel de preparación de estos especialistas para la orientación educativa tanto académica como práctica resulta insuficiente. Los docentes muestran dominio teórico-instrumental, fundamentalmente en su especialidad, no tanto así en lo pedagógico, lo que constituye una de sus limitaciones fundamentales, considerada también, la poca divulgación de los proyectos educativos como fortaleza existente en la especialidad.
La implicación de los estudiantes en las tareas docentes educativas, debe conducir a la autogestión desde la participación, por eso es necesario tomar conciencia del porqué de esta actuación conjunta y de que uno sin el otro no puede lograr nada, estos elementos deben estar íntegramente ligadas a un proceso de orientación profesional que logre motivar las aspiraciones conjuntas de los estudiantes. Se constató además, que desde el punto de vista estructural los tratamientos concebidos para la orientación a estudiantes con estas manifestaciones que dita promover la motivación profesional hacia el aprendizaje, estaban bien concebidos, pero limitados en la práctica por el dominio acertado de la comunicación para una orientación efectiva.
Ponce (1981) ante todo lo mencionado anteriormente fundamenta para la comprensión de los procesos que enfatizan la motivación es necesario partir de una actitud responsable durante la formación, esta actitud se compone de dos etapas fundamentales, una latente y otra actuante. La actitud latente es inconsciente o difusa en ella ocurre un proceso de recepción, procesamiento de la información recibida y puede contener alguna contradicción con el medio exterior; la actitud actuante es la reacción misma o actitud diferenciada, que se observa cuando se produce el salto cualitativo; es decir, se manifiesta la conciencia de la persona sobre el objeto formativo.
La educación es ante todo, proceso de asimilación creadora de la cultura universal por el hombre a partir de su inserción en el conjunto de relaciones sociales, histórico concretas de su entorno, es esencialmente un proceso de formación y desarrollo de la personalidad y ello incluye la asimilación creativa de un sistema de valores, la formación del sentido de la vida y de una concepción del mundo laboral. La jerarquía motivacional y los complejos sistemas motivacionales mediatizan la expresión afectiva de las necesidades en la conducta del sujeto, conjuntamente con la intervención de la autoconciencia. La existencia de un motivo no implica su expresión efectiva en la regulación conductual, ello depende del potencial movilizador para expresarse en forma de conducta orientada conscientemente. Un contenido motivacional orienta con más eficacia la conducta en la medida en que la complejidad de su potencial regulador que posee en su base la unidad de cognición y afecto, satisfaga o no las exigencias interactivas de la situación en cuestión.
En cada caso, la complejidad reguladora es diferente, más que describir contenidos se trata de conocer cómo estos se integran y se articulan en sistemas donde alcanzan su real potencial movilizador en la personalidad como totalidad. No todos los motivos constituyen tendencias orientadoras pues no en todos se expresa de igual forma la unidad de procesos afectivos y cognitivos, no todos los contenidos motivacionales portadores de sentido se encuentran en el mismo grado de mediatización reflexiva, esto determinará la complejidad funcional de los procesos motivacionales, es decir el potencial movilizador del sujeto le permitirá o no dirigir los comportamientos más complejos hacia el proceso de enseñanza aprendizaje. De este modo, la jerarquía motivacional se asienta no en los contenidos motivacionales sino en el potencial movilizador de los mismos, en su capacidad funcional cada vez más compleja, entre estos son justamente las tendencias orientadoras las que poseen esas características.
Los estudiantes asumen en la conformación y construcción anticipada e intencional del contenido motivacional que direcciona los procesos y la actuación en su aprendizaje. Así es como ella está mediada por operaciones cognitivas y valorativas que provienen del sistema autorreferativo, que se expresan en la estructuración de expectativas o consecuencias probables y objetivos del aprendizaje escolar y que le confieren un carácter consciente-volitivo y estratégico al contenido motivacional que participa en la regulación y autorregulación de los procesos y la actuación en el aprendizaje de los estudiantes.
En consecuencia, se constata el hecho de que las manifestaciones de la mayoría de las estudiantes de primer año de la especialidad Educador de la Primera Infancia está reflejada en la desmotivación hacia la profesión lo que afecta la gestión del proceso docente educativo. Para lograr una comprensión de los distintos enfoques en el estudio de la motivación profesional resulta imprescindible realizar un análisis general de las principales concepciones, desarrolladas por la ciencia psicológica, en torno a la personalidad y la motivación. Estas concepciones, partiendo de sus diferentes enfoques acerca de la personalidad, de los factores que determinan su desarrollo y de las regularidades de este proceso, han propuesto diversas estrategias metodológicas para su estudio y caracterización, las cuales se formulan como una consecuencia lógica de los principios teóricos asumidos.
Los motivos no se encuentran aislados en la personalidad sino integrados en sistemas que en su expresión más compleja están mediatizados por la conciencia y la autorregulación, esto tipifica de modo particular la motivación del sujeto hacia su aprendizaje. Los contenidos motivacionales y su dinamismo funcional se encuentran en unión indisoluble que se perciben a través de las emociones y el modo como se van cambiando el comportamiento del sujeto hacia la formación donde los cambios son significativos teniendo en cuenta los recurso personológico en base de una orientación educativa que va encaminado a la preparación del docente.
El estudio o caracterización de la motivación para aprender debe estar orientado a resolver los problemas del funcionamiento psicológico que influyen en los resultados, procesos, condiciones y por tanto, en la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje escolar dirigido a promover el desarrollo integral de la personalidad, potenciar el tránsito progresivo a la independencia y la autorregulación y capacitar al estudiantado para aprender a realizar aprendizajes a lo largo de toda su vida.
Queda entonces claro que la propia naturaleza interactiva del sujeto estará demandando constantemente diversos comportamientos que serán más o menos eficaces en la medida en que se ajusten a las demandas sociales. Así algunas serán verdaderamente complejas y otras no lo serán tanto, a partir de los recursos de la personalidad en cuanto a la complejidad funcional de los motivos que la constituyen el sujeto podrá o no satisfacer tales demandas o desarrollar las potencialidades existentes. Se entiende que mientras más autonomía, independencia, seguridad, control emocional, flexibilidad, capacidad resolutiva tenga el sujeto de acorde a los procesos motivacionales, estaremos ante realidades positivas con relación al comportamiento inicial del sujeto durante la formación.
Conclusiones
El desempeño de algunos docentes se amplió hacia otras esferas del trabajo educacional, fundamentalmente a la investigación pedagógica y a la labor de orientación educativa en el centro, para lo cual se introdujeron algunas modificaciones en los requisitos de ingreso. La formación de Educador de la Primera Infancia como se puede apreciar es objeto de continuos cambios contextualizados las necesidades de la sociedad actual. En el análisis de las fuentes se puede constatar el interés creciente en el ámbito científico y en particular en la educación media, por profundizar y esclarecer desde la teoría lo relacionado con la formación inicial de los educandos, se coincide en destacar su carácter de proceso y complejidad en el actual escenario.
Los resultados del diagnóstico realizado demuestran que los estudiantes de la especialidad Educador de la Primera Infancia presentan baja motivación hacia el aprendizaje, así como las limitaciones de los profesores para la orientación educativa oportuna a estas incidencias educativas. Se recomienda por la importancia y actualidad de la investigación, continuar sistematizando sus estudios para ampliar el espectro de experiencias logradas a otros años de la especialidad e instituciones educativas que presentan estas manifestaciones de los estudiantes.
Referencias bibliográficas
Conflicto de intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.