Maestro y Sociedad e-ISSN 1815-4867

Número Monográfico Educación Médica Año 2023

Artículo original

Valoración epistemológica de la formación profesional del Médico General Integral

Epistemological assessment of the technical training of the Integral General Practitioner

Dr. C. Josefa Bell Castillo*, http://orcid.org/0000-0001-6059-1314

Dr. C. José Enrique Vásquez Sarandeses, http://orcid.org/0000-0002-7019-6454

Dr. C. Wilberto George Carrión, http://orcid.org/0000-0002-4057-7483

Dr. Jordeis Zamora Leliebre, http://orcid.org/0000-0002-0794-16267

Hospital General Dr. Juan Bruno Zayas Alfonso de Santiago de Cuba, Cuba

*Autor para correspondencia. email josefabell@infomed.sld.cu

Para citar este artículo: Bell Castillo, J., Vásquez Sarandeses, J. E., George Carrión, W. y Zamora Leliebre, J. (2023). Valoración epistemológica de la formación profesional del Médico General Integral. Maestro y Sociedad, (Monográfico Educación Médica), 113-120. https://maestroysociedad.uo.edu.cu

RESUMEN

Introducción: La formación en la educación superior proporciona un significado y sentido de la vida que constituye una tarea decisiva de gran actualidad. Por lo que se realizó esta investigación con el objetivo de valorar epistemológicamente el proceso de formación profesional del Médico General Integral en la especialización. Materiales y métodos: Metodológicamente seanalizaron publicaciones médicas que permitieron examinarla informaciónencontrada y precisar las evidencias científicas que vislumbraron la necesidad de perfeccionar eldesarrollo del potencial científico médico unido a la creación y difusión, de valores auténticos y legítimos de la cultura médica en la atención primaria de salud, interrelacionados con los avances tecnológicos, la información y la comunicación durante el proceso de enseñanza–aprendizaje. Resultados: Quedó demostrado la necesidad de un salto cualitativo superior de estos profesionales durante la especialización, por lo que se precisa del perfeccionamiento en correspondencia con los principios de la Medicina Familiar, sustentado en una formación científico-humanista. Discusión: El proceso de formación profesional del Médico General Integral en el ciclo de especialización ha carecido siempre desde lo epistemológico y lo metodológico de las directrices comunicativas y claves hermenéuticas necesarias para lograr la formación sólida que demandan los sujetos sociales con privaciones en la salud. Conclusiones: El proceso de formación profesional en Medicina General Integral es un reto que se impone en esta época, donde el Médico General Integral deberá establecer las diversas reflexiones en torno a la relación médico-paciente.

Palabras clave: Valoración epistemológica, Formación profesional; Médico General Integral; Educación médica superior; Ciencias Médicas.

Abstract

Introduction: Training in higher education provides a meaning and sense of life that constitutes a decisive task of great relevance. Therefore, this research was carried out with the objective of epistemologically assessing the process of professional training of the Comprehensive General Physician in the specialization. Materials and methods: Methodologically, medical publications were analyzed that allowed examining the information found and specifying the scientific evidence that glimpsed the need to improve the development of medical scientific potential together with the creation and dissemination of authentic and legitimate values of medical culture in primary health care. , interrelated with technological advances, information and communication during the teaching-learning process. Results: The need for a higher qualitative leap of these professionals during the specialization was demonstrated, which is why improvement is required in accordance with the principles of Family Medicine, supported by a scientific-humanist training. Discussion: The professional training process of the Comprehensive General Physician in the specialization cycle has always lacked from the epistemological and methodological aspects of the communicative guidelines and hermeneutical keys necessary to achieve the solid training demanded by social subjects with health deprivations. Conclusions: The process of professional training in Comprehensive General Medicine is a challenge that is imposed at this time, where the Comprehensive General Physician must establish the various reflections on the doctor-patient relationship.

Keywords: Professional training; Comprehensive General Physician; higher medical education; Medical Sciences.

Recibido: 11/6/2022 Aprobado: 25/10/2022

Introducción

La educación médica constituye un proceso social de gran importancia y significación a partir de la comprensión de los retos que atraviesa el desarrollo filogenético, y es que las transformaciones logradas en la formación de los profesionales de la salud, constituyen una concreción en la actualización científico-técnica, así como en las proyecciones cualitativas de este ejercicio profesional, ademàs propician cumplir con eficacia el encargo social que demanda las condiciones concretas de la sociedad.

A este proceso de educación médica se le ha dedicado especial atención, específicamente autores como Cañete (2018). Quienes aseveran su significación e importancia, toda vez que este tipo de educación se erige en un proceso sustantivo en las condiciones actuales ya que la formación de un profesional de la salud se encamina al logro del desarrollo humano a la vez que posibilita la preparación profesional que tiene el objetivo de promover, prevenir, restituir y rehabilitar la salud de los seres humanos que cohabitan en los contextos socio-culturales.

Por tanto, es de interés el proceso formativo y específicamente el del Médico General Integral durante la especialización ya que si se considera que la formación se ubica en la relación esencial que se establece entre la cultura, el aprendizaje, la educación y el desarrollo, luego entonces se infiere que la formación es el resultado de la educación y el sujeto se apropia de la cultura en un contexto socio-histórico concreto a través del aprendizaje, como mecanismo de la educación; el Médico General Integral en la especialización no está exento de lo antes referido. Por lo que se vislumbra la necesidad de una constante actualización y un desarrollo inusitado de los conocimientos científicos de los profesionales de la salud ya que son los que asumen el rol de solucionar los problemas de salud de los pacientes de estos tiempos lo que conduce a la capacitaciòn tipificada en la promoción y la prevención en la atención primaria de salud.

De ahí que se requiere perfeccionar el proceso formativo en correspondencia con los principios de la Medicina Familiar, aparejado a una formación humanista y científica queintegre los problemas de salud a los que se enfrenta este profesional para ofrecer una atención preventiva, sistemática y continua durante la práctica médica profesional,que refleje el quehacer cotidiano y en la expresión de sus cualidades humanas.

Cañete (2018) evalúa los fundamentos y escenarios científicos de este proceso formativo y alega que no solo compete al periodo de formación inicial del profesional sino también al periodo del ejercicio competitivo. Es por ello que la educación posgraduada de los profesionales de la salud constituye un aspecto importante en la contemporaneidad, como vía de constante actualización, así como proceso pedagógico general. Es imperioso considerar las diversas posiciones teóricas, de profesores y pedagogos, quienes ratifican la importancia de esta educación, que como proceso es una modalidad primordial pues permite resolver la superación de estos profesionales.

Salas y Salas (2017) consideran meritorio destacar las instituciones de educación superior, dedicadas a la formación de profesionales de la medicina y su posterior continuidad hacia la especialización en cualquiera de las ramas que atienden, específicamente en cuanto a la relación salud-enfermedad, donde se denotan ingentes cambios en aras de lograr un alto nivel en quienes tienen en sus manos el cuidado y preservación, así como la prevención de enfermedades que están relacionadas con los procesos de salud en la sociedad donde desarrollan sus vidas los sujetos sociales conscientes.

Por consiguiente la educación posgraduada constituye un factor de gran valor en el contexto de la salud, porestablecer un proceso indispensable que garantiza la formación, actualización y preparación de estos futuros especialistas, los cuales han de lograr cada vez más un perfeccionamiento de su desempeño profesional, por lo que se realiza esta revisión con el objetivo de valorar epistemológicamente el proceso de formación profesional del Médico General Integral en la especialización.

Materiales y métodos

Al valorar laepistemología del proceso de formación profesional del Médico General Integral en el ciclo de especialización se revela que el modelo de formación profesional se concibe en tres etapas diferentes: la carrera, el adiestramiento laboral y el sistema de formación postgraduada. La presente investigación se relaciona con la formación del profesional, en su tercera etapa. Es por ello que comprender el período de residencia en las Ciencias Médicas en la contemporaneidad, demanda un alto nivel en el Médico General Integral, para que propicie una mejor atención a los problemas de salud. Ortiz (2016) expone que la dinámica formativa de la cultura socio-médica del especialista en Medicina General Integral y destacaron la labor médica asistencial como elemento rector de esta formación.

Se plantea que existen limitaciones en la comprensión de este proceso educativo para el futuro profesional de la Medicina General Integral debido a que muchas de las asignaturas de la especialización del Programa de Formación del Médico General Integral son insuficientes para el logro en la introducción adecuada de nuevos conocimientos científicos en la formación de este profesional.

No obstante, diferentes autores desde sus constructos teóricos, no condicionan una educación posgraduada en Medicina General Integral en término de las necesidades de este profesional y de los sujetos sociales que son tratados por este profesional, y es que no advierten el fortalecimiento de los programas posgraduados en el periodo de residencia especializada atemperados al propio desenvolvimiento de las ciencias sociales (Ribot, Pérez, Rousseaux y Vega, 2014). Estos investigadores desde su punto de vista se sustentaron en el modelo de formación del especialista en Medicina General Integral en Cuba coincidiendo parcialmente con estas reflexiones.

Los autores de esta investigación razonan que en las universidades e instituciones médicas dedicadas a esta labor, se observan deficiencias desde el punto de vista formativo identificado en las limitaciones existentes en el campo de la praxis médico profesional ;ya que para lograr los objetivos trazados, a estos fines se requiere solucionar las precisiones existentes en cuanto a la orientación de la práctica de la relación médico-paciente y la intencionalidad socio-humanista del tratamiento de los enfermos, que marcan la impronta de una contradicción dialéctica y evidencian en su comportamiento una desvinculación con la realidad formativa profesional en la especialización.

Desde la perspectiva del análisis de esta investigación es válido significar que no se aleja de los postulados establecidos por la Pedagogía y la Didáctica, pues se han trazado diversas y variadas teorías que aún no brindan solución desde una óptica más acabada con la formación posgraduada de estos especialistas, de ahí que si se tiene en consideración que el proceso de formación profesional es parte de un proceso de la actividad humana, el cual discurre desde el punto de vista epistemológico y praxiológico, según la postura de la Concepción Científica de lo Holístico Configuracional, en su carácter socio-antropológico, como plantea Fuentes (2009-2011), entonces es meritorio realizar una interpretación pedagógica de este proceso para dilucidar el sustento ontológico, epistemológico y lógico del mismo.

Las investigaciones de Vázquez et al (2015) consideran lo expresado anteriormente y resaltan la necesidad de rescatar el método clínico a través de la educación médica como sustento del modelo formativo del médico cubano que beneficia la bases teórica y metodológica de este proceso. Por otro lado es importante considerar las posiciones teóricas de Valdés et al (2016) al abordar la formación de médicos para los servicios de salud en Cuba y los planes de estudio de Medicina cubana, estos autores coincidieron en la necesidad de implementar distintos modelos organizativos, para desplegar actividades docentes, asistenciales e investigativas y formar un médico general que mejore la atención médica integral. De ahí que, la formación del posgrado constituya un proceso transcendental.

Siendo así los autores de esta investigación resaltan la formación profesional como proceso paralelo a la construcción de la relación dialéctica, que debe necesariamente tener en cuenta el vínculo entre la existencia y la esencia del ser humano, pues ello es expresión de la interrelación de la naturaleza humana y su capacidad transformadora, a partir de la actividad y las cualidades humanas, cuestión de gran significación en el abordaje de este proceso de especialización en Medicina General Integral, ya que por su naturaleza no se puede perder el sentido de lo biológico y lo social por estar el ser humano en el centro de atención, ello es razón suficiente en la atención a los sujetos sociales, que ha de estar caracterizada por la relación entre lo cultural y lo social, sin embargo quedan todavía aspectos teóricos y prácticos no agotados en la formación especializada en Medicina General Integral.

En las universidades médicas cubanasenuncia algunos elementos pedagógicos que se asemejan a lo anteriormente mencionado, algo similar expresó Cardentey y González (2016) al abordar los aspectos acerca de la superación profesional en la educación médica.

García, Fuentes, Jiménez y Bell (2019) plantearon que adentrarse en el proceso de formación profesional en Medicina General Integral conlleva a tener en cuenta el criterio de la categoría de formación, la cual tiene su connotación desde diversas ciencias, entre las que se encuentra la Filosofía, la Psicología, la Pedagogía, entre otras que han aportado aspectos significativos en la construcción del contenido esencial de la misma, lo cual ha traído como consecuencia que existan diversos criterios, fundamentalmente aportados por diferentes autores, que han considerado a la formación como un proceso en el cual se adquiere mayor nivel académico en las ramas de las ciencias y puede ser considerada como la categoría propia de las Ciencias Pedagógicas encaminada a resignificar la creación de un tipo de ser humano de acuerdo con determinados ideales, objetivos y fines sociales.

Por la importancia que este proceso reviste, lasinvestigaciones de García y Querts (2015) y los trabajos de Ilizástigui Dupuy, Faportan aspectos significativos desde el punto de vista teórico-pedagógico a la interpretación de la categoría formación. Sin embargo se asume esta categoría desde una perspectiva más sólida, como lo estipula Fuentes (2011), quien desde sus consideraciones teóricas de la Pedagogía de la Educación Superior, hace alusión a los aspectos epistémicos que dan concreción a su propia esencia, por ser un proceso de humanización, de creación de un tipo de ser humano en un contexto socio-cultural históricamente determinado.

Algunos autores como Abesada y Almuiñas (2015) interpretan este tipo de formación de manera general sin particularizarlo desde disciplinas científicas que propicien una mayor elevación de la formación como es el caso de las Ciencias Médicas y en especial de la Medicina General Integral donde aun se aprecian limitaciones en la aplicación de direcciones hermenéuticas y comunicativas en la formación de posgrado.

Este proceso de especialización no debe estar alejado del contenido de la formación humanística ya que el centro de atención es el sujeto social que recibe los servicios necesarios en el orden de la salud y donde ha de potenciar su desempeño profesional. La apreciación del proceso formativo del especialista sobre una plataforma biomédica donde se logra un dominio real de la profesión, es indispensable en la especialización para su accionar profesional a partir de establecerse los aspectos más significativos de la cultura universal que están relacionados con la especialidad, que garanticen su actualización constante en correspondencia con los avances científicos y tecnológicos.

A pesar de que Corona y Fonseca (2015) reconocen la problemática, no queda bien definido desde los fundamentos pedagógicos las diferentes maneras de incorporar esta formación humanística en la formación especializada en Medicina General Integral, cuestión que lastra la dimensión humana de este proceso, ya que si bien es el sujeto social el centro de atención por parte de los especialistas de esta rama de la Medicina, entonces quiere decir que es indispensable adentrarse en los contenidos que revelen la condición humana, de ahí que si de especialización se trata en la Medicina General Integral, entonces han de significarse los criterios que tipifiquen, de forma concreta, el programa formativo que conduce a la valoración de la calidad del desempeño profesional del Médico General Integral.

Direccionar en el orden epistémico la formación profesional en Medicina General Integral, se logra a través de la especialidad, sin embargo esto no es un fenómeno científico que compete única y exclusivamente al dominio de las disciplinas que tienen su concreción con lo científico médico profesional ya que es indispensable abordar también este fenómeno desde lo pedagógico, por ser un programa de formación que se dirige a desarrollar al futuro especialista en Medicina General Integral (MGI) para su desempeño profesional, sin embargo aún es insuficiente la formación cultural general de este especialista para su ejercicio posterior.

Resultados

El proceso de formación profesional del Médico General Integral durante la especialización se ha ido enriqueciendo gracias a las contribuciones que a esta disciplina han hecho las ciencias sociales, en diferentes épocas, es por esto que ha estado permeado desde la perspectiva de las Ciencias Médicas y las Ciencias Pedagógicas, pues desde su integración han de tener una visión científica en la comprensión, explicación e interpretación de la cultura humanista para concebir la interpretación pedagógica del proceso formativo de los futuros MGI en el enfrentamiento a los retos de la sociedad contemporánea, la cual constituye un aspecto de gran importancia dentro de la cultura de la atención médica a los pacientes que debe tener todo profesional de la Medicina General Integral en su proceso formativo

En concordancia con otros autores Alpizar (2017) considera que este proceso de formación profesional debe constituirse en un perfeccionamiento continuo en el desarrollo no solo académico, sino también de lo humano y lo espiritual; lo cual resignifica cuando hace alusión a la comunicación ya que los autores de esta investigación evalúan que es innegable que el proceso de formación humana está vinculado al contexto socio-cultural, a la producción intelectual y al compromiso social que permite el pleno desarrollo de la profesión.

El especialista en Medicina General Integral debe formarse profesionalmente, en este proceso se dan las condiciones que propician un conjunto de nexos que enriquecen su quehacer profesional y hacen que además se introduzca su actividad como parte de la culturade la atención médicaen salud, de su comunidad y los sujetos sociales que presentan diversas patologías y requieren de la atención primaria de salud, lo cual significa que esta especialización va encaminada a transformar dicha cultura a través de la actividad profesional.

En este proceso de formación profesional del Médico General Integral, es indispensable prestar atención a la relación médico-paciente, por ser una relación necesaria en la atención primaria de salud. Por tanto esta formación implica un proceso sustantivo que se desarrolla, con el objetivo de preparar integralmente a los futuros especialistas para la profesión, pues como figura de postgrado, propicia potencialmente el desarrollo de lo instructivo, lo educativo y lo desarrollador. Cada una de estas direcciones son expresión de la cualidad esencial que caracteriza la formación en la que se expresa el saber, el saber hacer, el saber ser y la comprensión del otro por el profesional.

La formación profesional del Médico General Integral (MGI) le posibilita al graduado, la adquisición y perfeccionamiento continuo de los conocimientos, habilidades básicas y especializadas, así como los valores ético-profesionales requeridos para un mejor desempeño de sus responsabilidades y funciones, con vista a su desarrollo cultural integral. Es necesario destacar que el modelo cubano de formación del profesional, por su condición de ejercicio gratuito y asequible en todos los niveles en consecuencia a su actuación humanista, hace coincidir sus proyecciones con los intereses y aspiraciones de la sociedad y su sistema político, a la vez que la intencionalidad de los ideales de justicia social y humanista de la Revolución, tienen en la profesión médica su materialización consecuente

Pero aun así debido a los impactos de los procesos tecnológicos, los autores de esta investigación consideran que estos supuestos aislamientos se revierten con el perfeccionamiento de la dinámica de las prácticas asistenciales médicas, que según el criterio de algunos investigadores, constituyen el núcleo fundamental del ejercicio de la profesión médica para resolver los problemas y situaciones de salud de los individuos, las familias y los grupos sociales en los escenarios de actuación de los profesionales.

Marañón y León (2018) en su artículo consideraron que los profesionales en los disimiles contextos que se desempeñen tienen que practicar los métodos competitivos de forma adecuada lo que no exonera el escenario de la familia y la comunidad. En este mismo orden de ideas se reconoce la investigación de García, Fuentes, Jiménez y Bell (2019) quienes abordan los aportes de las investigaciones pedagógicas a la educación médica cubana y visualizan diversos contextos teóricos y posiciones científicas, acerca del tema de la formación; elementos que consideran los autores de esta investigación debe tratarse con profundidad para enriquecer la construcción del conocimiento científico actual porque existen limitaciones en la formación especializada del MGI en cuanto al logro de una gestión profesional en salud.

Tal aseveración es posible ya que en el análisis y valoración de las construcciones teóricas en torno a esta formación, se evidencian insuficiencias en la interpretación de la práctica médica profesional en cuanto a la orientación a la práctica de la atención a los pacientes y la intencionalidad socio-humanista del tratamiento y es que para lograr un desempeño profesional eficiente se requiere dedicar atención a la sistematización de procesos inherentes a dicha práctica durante el proceso de formación del profesional en el postgrado.

En tal sentido como se apunta anteriormente ha de lograrse la aprehensión de la misma acorde a las estructuras de relaciones que han de revelarse, en el perfeccionamiento del modo de actuación en el acto médico. Rompiendo con el paradigma conceptual biológico-clínico-positivista enmarcado en la simplicidad se logra un pensamiento médico complejo unido a un prototipo conceptual biológico-clínico complejo que conlleva al perfeccionamiento de la gestión profesional en salud.

Ello quiere decir que es necesario no obviar en esta formación profesional del MGI en la especialización al carácter social del hombre o mujer que recibirá la atención primaria de salud, y en especial las relaciones sociales y su comunicación interpersonal, cuestión esencial en la práctica médica profesional ya que si se considera que en cualquiera de las condiciones en que se presente el MGI, tendrá siempre no solo la condición de un ser social, sino también la esencia y existencia social del paciente, es por ello que sería procedente reconocer el paciente como tal, al definir a este en un estado social más que un estado biológico. Algunos autores lo han definido también de ésta última forma.

Teniendo en cuenta estas reflexiones la valoración epistemológica del proceso de formación profesional del Médico General Integral en el ciclo de especialización se traduce en la necesidad de profundizar en uno de los aspectos de mayor esencialidad en el sistema de relación del acto médico, con el objetivo de potenciar el modo de actuación profesional, es decir alcanzar la certidumbre conforme a los signos y síntomas del paciente, durante la construcción hipotética del diagnóstico como premisa de la toma de decisiones, referido en especial al enfoque del método clínico-epidemiológico del diagnóstico de la enfermedad.

Desde esta perspectiva en la formación especializada como figura del postgrado es válido, a su vez, que se denoten y profundicen en las relaciones de lo social en la atención de la salud, sin embargo aún en la actualidad, las Ciencias Sociales y la medicina como tal, requieren la búsqueda en lo teórico de nexos sustentados en rasgos tendenciales, que permitan la integración en una figura que revele un enfoque bio-eco-social y espiritual del ser humano, es decir su condición humana, y se sustente en métodos específicos de carácter complementario, que permitan la integración de un método o enfoque de enseñanza para la realización oportuna y eficiente de una valoración del impacto clínico, epidemiológico, social y económico de la atención primaria en salud desde la gestión profesional en salud.

Es por ello que en la ciencia médica los saberes científicos de otras disciplinas científicas propician las bases que vienen a ser el fundamento teórico de un ejercicio de aplicación técnica consumado en el acto médico, núcleo de la relación médico-paciente por el que transitan el acto de anamnesis, el acto de emitir un diagnóstico, un pronóstico normal o patológico y el de la terapia a considerar en cada caso o problema.

La actitud profesional asumida por el Médico General Integral debe conducirlo a la toma de decisión para realizar una atención primaria de salud sustentada en una educación científica, que le permita hacer un diagnóstico valorativo desde la universalidad para alcanzar un actuar profesional acorde con el contexto socio-cultural en que se desarrolla. Pero no debe realizarse de modo unilateral ya que si bien el desarrollo científico es inusitado sustentado en una interdisciplinariedad, entonces urge asumir saberes de otras disciplinas científicas que permiten interpretar en acto médico.

Es por ello que se deben adoptar posturas que permitan actualizar al MGI en el periodo de especialización ya que independientemente de que en el proceso formativo de pregrado adquieren ciertos conocimientos teóricos y prácticos, por solo mencionar el acto médico, se han de profundizar en los contenidos que avalen un mejor desempeño profesional, como lo es la atención primaria de salud, donde resalta la relación médico-paciente.

La formación profesional en Medicina General Integral durante la especialización mediante un proceso pedagógico continuo, tanto en el orden de lo epistemológico, lo praxiológico, lo axiológico como de lo metodológico, prepara a este profesional para hacer, para crear, para que pueda enfrentar con responsabilidad el desempeño de su profesión; pero ante todo, el proceso de formación profesional en Medicina General Integral debe lograr no sólo la realización intelectual del especialista, sino además su realización espiritual, capaz de interpretar al ser humano.

Álvarez (2017) comparte la opinión de acceder a los nuevos desarrollos del conocimiento. También alega que se puede definir como un quehacer académico consistente en promover y facilitar, preferentemente de manera sistemática, el acceso a la búsqueda, análisis y sistematización del conocimiento, así como la apropiación de técnicas, métodos y el desarrollo de las habilidades, hábitos y actitudes que demanda la realización de la práctica.

Los autores de esta investigación coinciden con esta investigadora y destacan que el Médico General Integral juega un importante rol al cumplir con el encargo social de ser gestor de la salud de los sujetos sociales, por lo que es importante atender entonces desde la epistemología de la Medicina General Integral y las ciencias sociales, elementos interactuantes e interdependientes que tributen a la formación profesional en Medicina General Integral y que pueden estar asociados al establecimiento y desarrollo de actitudes positivas hacia la apropiación de la interacción comunicativa y la interpretación del reconocimiento y diagnóstico en salud, como dos procesos indispensables que han de estar bajo una orientación pedagógica sistematizada, por tanto se debe transitar desde los procesos de orientación y contextualización en el proceso formativo durante la especialización, que propicie una práctica sistematizada de gestión profesional en salud. De este modo se lograría un razonamiento en la visión y la capacidad de atención del especialista, que le permitirá valorar íntegramente los problemas desalud de los pacientes, aspecto que contribuiría a la generalización de la práctica en gestión profesional en salud.

Discusión

El proceso de formación profesional del Médico General Integral en el ciclo de especialización ha carecido siempre desde lo epistemológico y lo metodológico de las directrices comunicativas y claves hermenéuticas necesarias para lograr la formación sólida que demandan los sujetos sociales con privaciones en la salud. Todas las plataformas de formación de este especialista han tenido insuficiencias desde lo curricular, lo axiológico y lo praxiológico, pues se denota la carencia de constructos hermenéuticos y comunicativos en lo referente a la relación médico-paciente ya que los modelos asumidos son limitados en esta dirección.

La formación profesional en Medicina General Integral requiere de una intencionalidad, y consecuentemente debe de estar contemplado en su programa de formación especializada, donde mancomunadamente interactúan todo un conjunto de procesos indispensables que garanticen dicha formación, de ahí que es necesario el desarrollo de una estrategia que permita fomentar la formación en gestión profesional en salud de estos especialistas, incluyéndola gradualmente en el currículo de su programa de formación especializada, sin perder de vista un enfoque hermenéutico-comunicativo en la interpretación de la relación médico-paciente pues si bien se encuentran elementos que tipifican este proceso aun está atomizado sin un nivel de concreción expedito.

Conclusiones

La valoración epistemológica de la formación profesional del Médico General Integral pone de manifiesto la necesidad de un salto cualitativo superior de estos profesionales durante la especialización, por lo que se precisa del perfeccionamiento en correspondencia con los principios de la Medicina Familiar, sustentado en una formación científico-humanista, que exhiba la visión integral de los problemas de salud a los que se enfrentan; como resultado de la actividad práctico-investigativa, que de forma intencional y sistematizada propicia el desarrollo de las capacidades profesionales.

El proceso de formación profesional en Medicina General Integral es un reto que se impone en esta época, por lo que es posible admitirlo como un proceso que debe organizarse en una práctica herméutico-comunicativa toda vez que existen limitación en la gestión profesional en salud que presuponga la comprensión de causa interactivo sujetal, donde el Médico General Integral deberá establecer las diversas reflexiones en torno a la relación médico-paciente.

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    Conflicto de intereses

    Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.